Soy lector compulsivo, no puedo estar un día sin leer porque siento que es un día perdido. Es por eso que siempre ando en la búsqueda de algo que pueda saciar esa necesidad apremiante de llenar de conocimiento mi cerebro. ¡Ojo! Que chismear por las redes sociales solo es un placebo que lo único que hace es embotarme y a la larga mermar mi capacidad de concentración frente a un texto escrito, por eso prefiero mil veces leer, a la vieja usanza, un libro tal y como lo conocemos en detrimento de un PDF.

Suelo leer en la combi, en el taxi, durante los recesos entre clases, etc., y es cuando estoy en este trance que siempre alguien se me acerca y me hace las clásicas observaciones y preguntas tipo ¿No te cansa leer un libro tan grueso? ¿Cómo puedes leer mientras vas en movimiento? ¿Qué libro me recomiendas leer? Y, como ya habrán podido notar, mis interlocutores claramente no tienen el hábito de leer, pues de lo contrario no hubieran incidido en el volumen del libro que tengo entre manos, sino que se hubieran enfocado en el título o la trama del mismo, y es debido a esta recurrente escena que he decidido enfocar la Serendipia de hoy en la recomendación de cuatro libros que debería de leer todo aquel que quiera adentrarse en el maravilloso universo de la lectura que, dicho sea de paso, es como cualquier otra actividad y necesita constancia, disciplina y conocimiento de los propios límites que uno tiene, tal como sucede cuando uno va al Gym: no va a empezar levantando 100 kilos de arranque, sino que empieza por series cortas de tal vez 10 kilos y luego, paulatinamente, va subiendo la exigencia del ejercicio; de igual manera pues, la lectura es igual, así que veamos esta lista de cuatro libros que les recomiendo para iniciarse o ayudar a iniciar a otros en la lectura.

«Crónica de una muerte anunciada» (Gabriel García Márquez, 1981): El gran «Gabo» nos sorprende con una historia que nos tendrá pegados a sus páginas de principio a fin. Basada en un hecho real acontecido en 1951 en el Municipio de Sucre, Colombia, esta novela atrapa al lector con un estilo ágil, familiar y muy gráfico, propio de la novela policial, que nos adentrará en los hechos ocurridos antes, durante y después del asesinato de Santiago Nassar, el protagonista de la historia. A través de sus 156 páginas podremos entender cómo todos y cada uno de los personajes de la historia, participan de un asesinato que, todo el mundo veía venir, menos el protagonista.

«El Principito» (Antoine de Saint-Exupéry, 1943): ¿Quién no ha crecido con las aventuras de este peculiar niño que el protagonista encontró perdido en las arenas del desierto? Saint-Exupéry nos encandila con un relato cargado de nostalgia y añoranza por esa etapa de la vida que dejaos atrás con la ilusión de ser adultos. Mención especial el pasaje del encuentro con el zorro que nos dejará con unas enseñanzas invaluables en cuanto al amor y la amistad. Ideal para leer siendo niño o para sentirse uno nuevamente. Lo máximo.

«El Alquimista» (Paulo Coelho, 1988): Lo sé, lo sé, entre los lectores de este espacio de seguro hay varios anticoelistas, sin embargo el libro es altamente recomendable para quienes están empezando a adentrarse en el hábito de la lectura, pues es una novela fácil de digerir y bastante entretenida. Con frases comunes dignas de memes de couching o networking, «El Alquimista» nos invita, a través de sus 192 páginas, a mirar el mundo como un todo que conspira en favor de nuestros sueños. Eso sí, para cuando llevas años leyendo y vuelves a este libro, verás que realmente el estilo y narrativa son pueriles e insufribles. Recomendado solo para neófitos.

«Rebelión en la granja» (George Orwell, 1945): Esta novela corta satírica del escritor británico nos sumerge en una crítica velada al comunismo a través de una fábula, de 126 páginas, maravillosamente escrita. La descubrí cuando estaba en la universidad y la recomiendo mucho para entender los tejes y manejes de las dictaduras «enfocadas en el pueblo», más ahora que estamos con toda la euforia electoral. Solo no se dejen engañar por la historia de estos animales antropomorfos, pues el trasfondo es riquísimo.

Espero que esta selección les sirva para incentivar a los pequeños de la casa o a ustedes mismos, a dejar por un momento las redes sociales y adentrarse en este mundo que los ayudará a estimular sus cerebros con dosis ingentes de imaginación. Como dice el dicho «Mente sana, en cuerpo sano».