De todas las personas que escuchamos en el día, es a nosotros mismos a quienes escuchamos más tiempo. ¿Te has puesto a pensar en cómo te hablas?

El diálogo interno influye en las creencias que tenemos acerca de nosotros mismos, del mundo que nos rodea, así como en nuestros estados de ánimo. Y todo ello condiciona nuestro bienestar y felicidad.

Esas conversaciones que tenemos en nuestra cabeza y que escuchamos tantas horas al día, pueden ser positivas y apoyarte, motivarte, quererte, etc. O pueden ser negativas e insultarte, desmotivarte, culparte, criticarte, etc.

Si nos tomamos un tiempo para reflexionar sobre esto, te darás cuenta que la persona que más te juzga, te crítica y te desmotiva a lo largo de toda tu vida eres tú. Y por supuesto, la que más daño te hace también.

Por eso hoy quisiera enseñarte una técnica súper sencilla y práctica para mejorar tu diálogo interno. ¿Cómo? A continuación, te enseño 3 pasos que tienes que seguir:
Primero, detecta. Significa que debes identificar las expresiones o juicios negativos que hacemos sobre nosotros mismos, o incluso sobre la realidad de alguna situación o problema que estamos viviendo.
Después, cuestiónate. Cuando aparezcan estos pensamientos debemos preguntarnos si son realmente ciertos o son una exageración. Una pregunta clave es ¿qué me hace pensar que esto es verdadero?
Finalmente, reformula. Si te diste cuenta que lo que te estabas diciendo no es cierto ni correcto, entonces es hora de volver a formular el pensamiento y expresarlo de una forma más realista, constructiva y positiva.

Vamos a poner un ejemplo para que puedas ver cómo funciona este método.
Si te sueles decir "No puedo hacer esto, soy un/a inútil", lo primero es detectarlo. Luego, pregúntate: ¿es cierto que soy un/a inútil?, ¿de verdad no se hacer nada?
Reflexiona y piensa, por ejemplo, en todas las cosas que sí sabes hacer. Con la respuesta que hayas dado, reformula la afirmación inicial, puedes decirte, por ejemplo: "En mi vida he aprendido a hacer muchas cosas y algunas incluso las sé hacer muy bien. Esta tarea a la que me enfrento es todo un reto porque es nueva para mí, por eso se me está siendo muy difícil, pero sé que puedo aprender a hacerlo como lo he hecho en otras oportunidades".

Hacer este pequeño ejercicio puede ayudarte a fortalecer tu autoestima, a ganar confianza y a cambiar significativamente la forma en qué ves las cosas.
El objetivo no es dejar de escuchar a nuestra voz interior, tener un diálogo negativo, sino aprender a darnos cuenta de ese patrón y, de forma consciente, elegir cambiarlo por pensamientos más positivos y constructivos.

Finalmente, y lo más importante, aprende a tratarte con amor, respeto y aceptación, pues después de todo nos hemos criticado por tanto tiempo y no ha funcionado, ¿qué tal si probamos hablarnos bonito y vemos qué pasa?