Una búsqueda simple en Google sobre “¿cómo crecer personalmente?” arroja más de 7 millones de resultados; escribir “¿cómo crecer profesionalmente” genera más de 32 millones de resultados. Si buscamos “crecimiento personal” encontramos más de 232 millones de resultados y si lo hacemos con “crecimiento profesional” obtendremos 137 millones de resultados.

Es indudable que muchas personas buscan cómo crecer, tanto personal como profesionalmente, y no solo lo buscan en Google, lo buscan en la vida real. Las preguntas son ¿cómo crecer? y ¿por dónde empezar?

He descubierto que la tendencia a la acción sin reflexión es una de las principales razones por las cuales las personas no consiguen sentirse satisfechas con lo que hacen o consiguen y llegan a sentirse estancadas, lo cual es lo opuesto a crecer; por eso, muchas personas hacen algo, pero no sienten que estén hechas para ello. ¿Qué les falta? Conocerse.

John Maxwell afirma que “si usted quiere crecer, debe conocerse a sí mismo: sus puntos fuertes y sus debilidades, sus intereses y oportunidades. Tiene que ser capaz de evaluar no sólo dónde ha estado, sino también dónde se encuentra ahora. De lo contrario no podrá establecer un curso hacia dónde dirigirse”.

Conocerte es la clave para tu crecimiento. Sin saber de qué estás hecho, resulta muy difícil saber hasta dónde puedes llegar. Una persona que no se conoce, rara vez llega a experimentar que está haciendo lo correcto o que está explotando todo su potencial, esto produce no solo insatisfacción, sino muchas veces frustración por sentir que está hecho para algo más grande, pero no sabe qué es ni puede hacerlo realidad.

Si deseas empezar a apostar por tu crecimiento, te invito a conocerte; es probable que al hacerlo descubras, por ejemplo, que no estás en el camino correcto, que lo que haces actualmente no es lo que realmente podrías o quieres hacer; o también que tienes todo lo necesario para ir tras aquello que quieres conseguir.

¿Cómo puedes empezar este proceso de autoconocimiento? Te comparto a continuación 3 mecanismos para iniciar este proceso:

1. Autopercepción: es la percepción de las características propias, atributos, cualidades, defectos, capacidades, límites. Toda persona es capaz de autopercibirse; esto es muy importante porque una persona que se conoce puede desarrollar un autoconcepto y, si este es positivo, las probabilidades de seguridad, confianza personal y motivación son muy altas. Una buena forma de conocerse a través de la autopercepción es poder hacerte preguntas. Hay 3 que me parece que te pueden ayudar: ¿en qué soy extraordinariamente bueno?, ¿en qué necesito esforzarme para ser mejor?, ¿qué sé o me gusta hacer que no lo estoy aprovechando lo suficiente en mi vida? La primera pregunta te aportará seguridad; la segunda, te ayudará a identificar tus debilidades y aspectos de mejora; la tercera, te abrirá nuevas perspectivas. Con seguridad puedes enfocarte en crecer, al conocer tus debilidades o limitaciones puedes saber por dónde no ir y con nuevas perspectivas puedes descubrir caminos que tal vez hasta ahora no has explorado.
2. Percepción de terceros: muchas veces nuestra autopercepción es limitada (no vemos todo lo que tenemos), otras veces es muy complaciente (no vemos lo que deberíamos ver) y en ocasiones es una percepción sobrevalorada (vemos más de lo que realmente tenemos). En cualquier caso, si hubiera alguno de estos errores en la autopercepción es necesario ajustarla. Esto lo puedes hacer validando tu autopercepción con la percepción de otros. Recomiendo que lo hagas con personas sinceras (serán honestos contigo), que te conozcan (serán objetivos) y que te quieran (te dirán las cosas para ayudarte y no para hacerte daño). Para hacerlo, te sugiero preguntar a al menos 3 personas lo siguiente: ¿qué es lo más valioso que ves en mí?, ¿en qué crees que necesito mejorar? y ¿qué crees que aún ni siquiera yo estoy viendo en mí mismo? Realizar este ejercicio te dará muchas sorpresas, que estoy seguro te ayudarán a conocerte mucho más.
3. Percepción social: mirar a otros es de gran ayuda para conocerse. Seguro que alguna vez conociste a una persona en la que te viste reflejada, o viste una película o serie en la que reconociste que alguno de los personajes tiene similitudes contigo. Regularmente las personas a las que admiramos tienen algo de nosotros, pero también las personas que más anticuerpos nos generan. Activar tu percepción social, logrando ser consciente de cómo te ves reflejado en otros, te ayudará a descubrir cualidades ocultas.

El trabajo de conocerte a ti mismo no queda aquí. Hay una pregunta final que será clave para orientar lo descubierto a tu crecimiento: ¿qué te apasiona? Esta es la pregunta más importante sobre tu autoconocimiento, ya que una vez que tengas esta respuesta podrás definir hacia dónde quieres que estas pasiones te lleven en la vida y, de esta forma, podrás definir tu ruta de crecimiento; por eso; conocerte es la clave para tu crecimiento.

Ilustración: www.saludiario.com