Marcial Castillo Jiménez es maestro de escuela, pero también es escritor de historias en las que incluye a su pueblo Pacora, en Lambayeque. En estas “16 maneras de matar el invierno” se condensan la lucha de los estudiantes esforzados por cumplir con las tareas del colegio, en una educación a distancia que, por pandemia, no ha previsto los protocolos técnicos. También está la tristeza infinita de una madre por la pérdida de un hijo; lo imprevisto de la naturaleza en la que un perro parece vencer a la muerte en un último momento. O la ternura y el agradecimiento que se renueva en el regalo de un hijo a su padre. Los que vencen sus propias circunstancias, la lucha contra la lluvia y el rescate de una niña. Los estudios cuyo aprendizaje se aprecian más cuando se trata de cuestiones cotidianas como el cálculo de un recibo de luz. Los “Enemigos fraternos” o la sana competencia, muy común en nuestros pueblos ancestrales, que pelean para mejorar o batallan con versos como si se arrojaran flores unos a otros. El costumbrismo de la navidad donde una “vaca mora” y un “caballito” festivo son perseguidos por una muchedumbre que celebra el nacimiento del “niño Dios” y el éxito de los que perseveran y están siempre del lado del pueblo. A esto hay que sumar un ramillete de poemas a José María Arguedas, la madre, los docentes y la esperanza. 

Estas “16 maneras de matar el invierno” es, en otras palabras, dieciséis maneras de acabar con la tristeza, el vacío de los que ya no están o de los que sufren y darle voz a los sin voz porque la literatura es, al final de cuentas, estética de palabras, pero también el fondo del valor humano, el espíritu indoblegable de los que luchan día a día y la crónica de los vencidos o, mejor, la-crónica-de-los-que-nunca-serán-vencidos porque la palabra en medio de la oscuridad también alumbra más que un foco Phillips y nos entrega un poco de calor para aplacar el frío de las noches. 

Saludamos entonces a Castillo Jiménez por este nuevo y valioso libro que aparece en medio de uno de los tiempos más difíciles para nuestro país.