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Algunos poemas
| Poesía y narrativa peruana / Moscas de bar | Agosto 27, 2012
cuando se ha encontrado la
muerte,
cuando al minúsculo respiro la invocas
y sin tregua alguna mascullas el bendito verso,
y cuando un cielo más brilla al color de dios…
cuando espada en mano sostienes la luz,
aguzado al estruendo oscuro de tus propios miedos,
y cuando sin otro amor blandes la magia del verbo,
cuando el azul del mar desaparece en tu mirada dorada…
cuando tu esencia viertes al universo
sin calcular estrella
sino la ignota caricia de la gloria,
y cuando de otro cielo escribes…
cuando el hombre se convierte en sol,
al paso de octavas tras octavas,
cuando silba el viento eterno del único verso,
y cuando el dolor de los huesos es voluntario…
cuando los padecimientos son poemas amarillos,
y Ben Pandira en sangre clama amaos los unos a los otros,
cuando se ES,
y cuando tu luz alcanza a alumbrar los infiernos…
cuando el sincero gesto
del niño te conmueve,
sin cálculo,
sin miedo,
sin otro decir que el balbuceo primero,
y cuando su mirada hunde para siempre nuestra fealdad…
cuando la trompeta de AUN elevó su mensaje
y lo viste,
cuando oÃste su son anunciar la nueva era,
cruzándote en la muerte en marcha
queriendo osirificarte,
eterno,
y cuando escuchas la voz del cielo en tu propia voz…
cuando el rumor del viento y sus dioses,
recorren la inmensidad de tu corazón,
cuando el 13 y sus vértices infinitos son tu mundo,
y cuando las aguas recorren otros caminos dentro de ti…
cuando la canción del fin,
oyes en el piano de Beethoven,
y a Goethe,
le oyes en sus pasos eternos recitar el verso perpetuo:
¡Madre! ¡Madre! Consume lo que no soy.
Y cuando te das cuenta observas caminos tras de ti…,
poeta es
Y
el poema es:
la muerte concibe al poeta…
***
cuando llamas a mi puerta,
los espacios se expanden,
el silencio ejecuta su mejor canto,
y bajo el cielo de mi sala,
se consuma un paraÃso.
a tu llegada,
la flores que sembraste,
nacen escurridizas entre tu sonrisa,
a la que le falta espacio en mi alma,
entonces,
felizmente me pierdo entre tus ojos.
cuando llegas a mi casa,
todo se ordena,
los objetos cobran vida,
obedeciendo tu sola presencia,
y tus cabellos,
son la magia secreta de mis ideas.
cuando estás en mi casa,
no hay atmósfera,
eres tú que ha convertido todo,
que has cubierto todo,
que has recreado lo finito del
universo por donde caminas.
cuando vayas a mi casa,
no te vayas,
cubre las ventanas con tus
pensamientos,
cuando me ves como niño,
y llorando… y sonriendo…
cubre la puerta con la idea feliz de
darme una caricia,
de que me duerma en tu regazo,
de que me eternice en tu vientre.
cuando vayas por mi casa,
gestando amor y ternura,
te quedarás en el vientre de mis ojos.
Y el poema es:
Madre.
Foto: Raffo Rioja
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