Nacer en Chiclayo te hace, para el resto del mundo, ser automáticamente fanático de la cumbia. Nada más lejos de la realidad para mí que la detesto de plano. Llámame alienado, simplón o como quieras, pero yo soy fanático del rock y, más aún, del rock nacional bien hecho. Y Gaia es una prueba irrefutable de que el Perú es mucho más que festejo, cumbia, huaynos, marinera, salsa y música criolla, con el respeto que se merecen todos esos géneros.

Conocí a Gaia a través de mi hermano del alma Miguel Florez y quedé fascinado, tanto por su sonido como por su propuesta gráfica. Y es que comprar un disco, en físico, de Gaia es todo un deleite visual, sobre todo si eres amante del buen diseño gráfico. Basta con darle una ojeada a sus álbumes Solar de Sara (independiente, 2003), La teoría de volar (Morrison Records, 2007), el acústico grabado en La Noche de Barranco Anfibio (Morrison Records, 2005) y Giroscopios, Coordenadas y la Fábrica de Nubes (Independiente, 2011) para preguntarse, con una mezcla de sorpresa y orgullo, ¿este grupo es peruano? ¡Por supuesto! ¡Y es uno de los mejores exponentes del rock nacional!, pero es una lástima que no tenga la repercusión que se merece, como le ocurre a la mayoría de nuestros exponentes del género.

Y es que los peruanos en general somos algo ingratos con nuestros músicos, como ya lo dije al hablar del polifacético Diego Dibós, y Gaia no se salva de aquello, pues es mucho más conocido en Chile, Argentina, México, Estados Unidos y España que aquí, como dicen Nadie es profeta en su tierra.

Si les tuviera que recomendar un disco de ellos, para tener un primer contacto con la banda, sería La teoría de volar, ¡Me lo compré 2 veces porque venía con un pin alado locazo que nunca falta en mi traje! Este álbum trae temas roquerazos como La segunda ley (más conocido como Dale más fuerte) que incluso fue usado por la Universidad de Lima en uno de sus recordados spots publicitarios de la década pasada, Alguna vez (que me parece el mejor del disco), Volador, Paracaídas y Extranjero que son una verdadera inyección de un rock potente y que te deja una sensación de adrenalina alucinante.

Otro dato a rescatar de la banda es que hasta el cuarto disco te dejaban descargarlo gratuitamente, a través de su página oficial, en formato MP3, M4a, WAV o AIFF según tu gusto, pues tenían muy interiorizado que la difusión de la música era primordial para darse a conocer, más que el vender en sí los discos; en palabras del líder y vocalista de la banda Michael Spitzer: La verdad que nos dimos cuenta que lo que nos interesaba a nosotros era transmitir un mensaje… transmitir un mensaje de energía, de lo que habla nuestra música y la letras y nos dimos cuenta de que vendiendo discos no lo estábamos logrando (Revistakuadro.com, 2017). Una lástima que no se pueda tener en formato físico su último disco triple 2001: Vol. 1 Galaxia, Vol. 2 Años Luz y Vol. 3 Contacto (Independiente, 2015 y 2016) que solo se puede conseguir en formato digital, acompañado de un arte muy bien cuidado ambientado en el espacio inspirado en la versión de Kubrick.

Si tienes una cuenta en Spotify te recomiendo unos infaltables de la banda que te dejarán una sensación de orgullo por tener una banda así en Perú: Párate, Q’enqo, La Nueva, Migratoria, Adicción Distancia, Apolo, Escarlata, Sobrepeso, S.A.M. (que tiene un videazo en YouTube y habla de lo importante que es hacer prevalecer la cultura nacional por sobre la extranjera), Rutera, Mateografo, Mar (¡Me encanta!) y Capitán suicida. ¡Oh, me olvidaba! También tienen una versión rockera de Cariño Malo, escúchala y dime qué opinas.

Y para que veas lo que te estás perdiendo, te nombro algunas de las bandas para las que han sido teloneros: Placebo, Adler´s Appetite, Julian Casablancas, Pixies, Incubus y Maroon 5, o sea que no son cualquier cosita y merecen una mayor difusión, pues son cosa seria y un gran exponente del rock nacional bien hecho que espero también puedas disfrutar tanto como yo y ojalá algún día los podamos ver en vivo por estas tierras tan saturadas de cumbia.