CULTURA

Mi "top" de libros que todos deberían leer (2)

  |   Varykino Aarón   |   Julio 08, 2021

Siguiendo con mi top personal de libros que todos deberían de leer, les traigo una selección exquisita, echémosle una mirada.

El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha (Miguel de Cervantes, 1605, 1614): ¡Qué no se ha dicho de este libro! Ostenta la cúspide del Olimpo de las letras castellanas y deberíamos de hacer esfuerzos para que todos los hispanohablantes lo lean por lo menos una vez en sus vidas. Sinceramente este libro debería de leerse en 3 momentos diferentes: niñez, juventud y adultez, pues las interpretaciones que uno puede darle son completamente diferentes y los matices del libro se adaptan a cada una de las etapas de la vida del lector. Fue el primer libro que empecé a rayar, ahora lo hago con todos, ya que el español que usa es algo complicado de entender, por lo que recomiendo mucho leer la versión conmemorativa por los 400 años de la muerte de Cervantes que editó la Asociación de Academias de la Lengua Española bajo el sello de Alfaguara, que da explicaciones muy puntuales sobre cada pasaje complicado de la obra, además de significados a vocablos que han caído en desuso.

Los Miserables (Víctor Hugo, 1862): Este libro es el equivalente a poner canciones tristes cuando uno está deprimido. Puedo asegurarles que es el único libro que me ha hecho llorar en toda mi vida, y es que la historia, ahora que soy papá, me pegó bastante. Casi todos conocemos el argumento, así que está demás reseñarlo, lo que me interesa decirles es que la potencia de las sensaciones que despierta Víctor Hugo con sus personajes y la miseria de sus vidas es algo que no se puede describir, que se tiene que leer y disfrutar plenamente. Me encantó el primer libro, aún no leo el segundo, pero ¿recuerdan la película The Father que reseñé hace un tiempo? Pues la sensación que te deja el libro es así de fuerte. No le teman al volumen del libro, más bien disfrútenlo que vale cada palabra escrita en él.

Todo Sherlock Holmes (Sir Arthur Conan Doyle, 2012): Este libro publicado por Bibliotheca AVREA es la respuesta a la pregunta ¿cuál es el mejor libro de Sherlock Holmes? A mí me encantan todos y no podría decidirme por uno en específico, soy terriblemente fan, así que prefiero recomendarles esta joya, algo voluminosa, pero que contiene absolutamente todas las aventuras del detective más famoso de la literatura universal.

El silencio de los corderos (Thomas Harris en 1988): El dato que más me impactó del libro fue la molécula del olor de la locura, dicen que todos los locos huelen igual y que es fácil distinguirlos, tanto como el olor de los ancianos. La mayoría hemos visto la película y nos hemos crispado de ver al Dr. Hanibal Lecter, pero el libro es otra cosa, se ahonda mucho en los dramas de cada uno de los personajes y en las historias que hay detrás de cada uno de ellos; altamente recomendable como un libro de suspenso para leer al caer la noche.

El exorcista (William Peter Blatty, 1971): La película fue un éxito indiscutible, y parte del mismo recae en el autor del libro, quien hizo también el guion. La obra nos cuenta la historia del padre Merrin, el exorcista, y sus enfrentamientos contra Pazuzu, el demonio que posee a Megan en la película, además de dar detalles que se dejaron de lado con respecto a los personajes del film. Una frase que me encantó del libro y la llevo siempre conmigo es «Lo que damos a los pobres es lo que llevamos con nosotros cuando morimos» que se lee en un señalador que usa el padre Merrin, el verdadero protagonista de la historia. El terror está ahí y les va a encantar, además es mucho mejor que cualquiera de las secuelas y precuelas de la película por largo.

After dark (Haruki Murakami, 2004): Yo soy un detractor de Murakami, definitivamente el tipo no merece un Nobel, pues sus libros son largos, tediosos e infumables y no contienen la calidad que ostenta una obra que marca la historia; sin embargo, este libro me atrapó desde el inicio con una historia paralela que ocurre en la habitación de un hotel de mala muerte, donde hay una cámara y un espejo bastante peculiares, y en las calles de una ciudad que evoca una atmósfera con ciertos rasgos cyberpunk. Un relato digno de una película de Nolan o John Woo. ¡Ojo!, no lo vayan a confundir con la saga juvenil After de Anna Todd, de esa no voy a hablar para nada aquí. Recomiendo mucho el libro porque es corto, interesante y fácil de digerir en comparación al resto de su producción literaria.

Las intermitencias de la Muerte (José Saramago, 2005): ¿Qué pasaría si la muerte se enamorara de un ser humano? ¿Seguiría cumpliendo con su trabajo o lo dejaría de lado? Es la premisa que plantea Saramago en este libro en clave de tragicomedia, pues nos cuenta la historia de un violinista, fanático de Rostropovich (quienes han visto Evangelion pueden tener una idea de qué tipo de música toca) que recibe la visita inesperada de una enigmática mujer que resulta ser la muerte, con la que empieza una relación sentimental y a quien recomienda tratar de ser menos inesperada y más bien avisar de antemano cuando va a llegar. Algunas escenas recordarán a la clásica frase de Sadako en Ringu «7 días». Risas no van a faltar, pero tampoco va a faltar una invitación a una retrospección de hacia dónde va nuestra existencia, el libro les generará más preguntas que respuestas se los aseguro.

El Leopardo (Jo Nesbø, 2009): En una publicación anterior hablé del autor, de la forma en cómo me fascinó su estilo de novela negra, policial y de suspenso, y de las circunstancias en que conseguí el libro, por lo que estaría de más repetirme. Esta aventura nos pone en los zapatos de Harry Hole, un detective que tiene ciertas reminiscencias al gran Sherlock Holmes y que nos lleva de la mano a través de un curioso caso que involucra instrumentos de tortura muy sui generis que son la primera pista para dar con un asesino serial muy peligroso a la vez de fascinante. Si las series policiales de Netflix son lo suyo, este libro les va a caer preciso.

Y eso es todo por hoy, espero puedan dar una oportunidad a estos títulos, si bien algunos son muy conocidos, nos llevan a creer que sabemos de sus historias de antemano, como la celebérrima frase «Los perros ladran, síntoma de que avanzamos Sancho», la cual no sale en ningún pasaje de El Quijote y que más de un seudointelectual usa en sus escritos «En fin, la hipotenusa».

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