Hace mucho que no veía una propuesta fresca en el cine y The Tomorrow War (McKay, 2021) nos la entrega desde el arranque. Dirigida por Chris McKay y producida por David Ellison, Dana Goldberg, Don Granger, David S. Goyer, Jules Daly y Adam Kolbrenner, a partir de un guion escrito por Zach Dean y Bill Dubuque, The Tomorrow War nos ubica en el 2022 mientras se transmite la final de la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA en Qatar, cuando irrumpen, a través de una especie de agujero de gusano, un grupo de soldados que dicen venir del año 2051 y han viajado hasta nuestro tiempo para advertirnos de una invasión extraterrestre que nos está exterminando como especie y, por lo tanto, necesitan urgentemente nuestra ayuda. Así, con una humanidad sumida en shock por tal revelación, transmitida al globo gracias a la repercusión que tiene una final de fútbol, se desata el caos alrededor del mundo.

La propuesta del filme es atrevida, interesante, con un argumento que rompe los moldes acartonados y lugares comunes que nos ha entregado el cine bélico de ciencia ficción hasta ahora, y esa es su principal virtud, pero, siendo honesto, falla en la ejecución de la misma. Luego de un impactante comienzo y unos 30 minutos de intensidad, la película se descalabra completamente, cayendo en estereotipos, tramas trilladas y soluciones hasta disparatadas, una lástima, pero no por ello es una mala película, todo lo contrario, el divertimento está asegurado durante sus muy digeribles 138 minutos.

Creo que el acierto del filme está en dirigir su propuesta hacia quienes somos fanáticos de los videojuegos, pues la historia deja entrever una cierta direccionalidad a quienes han jugado Call of Duty, Battlefield, Doom, Warframe, Fortnite, Rogue Company, entre otros. ¿Quién no ha soñado, luego de darle horas de horas a estos juegos, a que haya una invasión alienígena y que todas esas infructuosas horas frente a una pantalla no hayan sido sino un entrenamiento premilitar para un momento como este? No sé ustedes, pero yo lo alucino así desde muy niño, y el filme lo evidencia en el casting de personajes. No hay un súper héroe o súper soldado, ni siquiera el protagonista Chris Pratt (Starlord en Guardianes de la Galaxia) que evidencia un ligero sobrepeso, a pesar de estar musculado, producto de haber dejado el ejército y llevar una vida tranquila de civil, se erige como paladín; todo lo contrario, nos muestra a un padre de familia preocupado por su futuro, el de su familia y el de la humanidad (en ese orden), con conflictos, miedos y frustraciones, a los cuales se les suma un grupo de personas comunes y corrientes que se enlistan tras ver cómo los ejércitos regulares del planeta son enviados al futuro y no regresan, lo que deja entrever que están siendo arrasados por los extraterrestres. ¿Qué hacer entonces? Cualquier persona que pueda empuñar un arma es una herramienta de salvación, improvisada, pero útil para esta cruzada por la salvación de la humanidad. Y es aquí cuando empieza a caer en el cliché de las películas de ahora, con personajes estereotipados que solo sirven de relleno o alivio cómico a una trama que debería de haberse tomado la temática un poco más en serio: el gordito, el gordito negro, la oficinista, el muchacho con TOC o TDAH, los estudiantes desmotivados, el veterano apartado del mundo, entre otros. ¿Tan difícil es mantener una propuesta por 138 minutos? Al parecer sí.

No me malinterpreten, no digo que sea mala la película, al contrario es muy divertida, como para verla un sábado de raskin, y debo destacar el diseño de los extraterrestres, súper aterradores y muy bien construidos, tanto si hablamos de su aspecto físico, como de su trama subyacente, que son uno de los puntos más altos que tiene el film, pero, como ya dije antes, creo que debió de haberse tomado las cosas más en serio y no sacrificar su propuesta innovadora en aras de agradar al gran público, sino más bien dejarnos un film que nos haga replantear nuestras acciones presentes y sus consecuencias a futuro, al estilo de Blade Runner (1997), Dark City (1998), Terminator (1984), etc. Ejemplos a los que la historia les ha dado un lugar preponderante, pese a lo intrincado de sus propuestas. Y es que me muero por contarles la parte que más me desagradó y me pareció más tirada de los pelos de la película, pero no les quiero adelantar nada, solo decirles ¿adivinen de dónde viene la solución? y entenderán el porqué de mi decepción.

En fin, como les decía, si les gustan las películas ligeras, de disparos, ciencia ficción, temática estilo Alien el octavo pasajero y Día de la independencia, con escenas cargadas de sentimiento, muy potentes, que pueden quebrarte literalmente hasta las lágrimas, pero que son pésimamente interpretadas por el protagonista. ¡Esta es su película!