Hoy está de moda el bendito término «inclusión» y está bien, mientras este sea representativo y permita a minorías no expuestas a los medios tener una voz que merezca ser escuchada. No por cuestiones de ser políticamente correcto o estar en sintonía con la denominada generación de cristal y no ser cancelados por cualquier disparatado argumento que se les ocurra. El resultado: fracasos en taquilla, despidos, berrinches y una pelea insensata de un bando contra el otro. ¿Para qué? Para nada. La inclusión forzada no está bien y la cancelación de obras de arte por ser juzgadas fuera de contexto tampoco. Estoy en contra de ello totalmente, pero amo la serie de la cual les voy a hablar hoy.

Encontré Family Law (Nielsen, 2021) gracias a los réclames que pasan en Universal Channel a cada hora que veo Chicago Fire (Wolf, 2012). Me llamó la atención la actriz protagonista de la serie que anunciaban porque su cara es completamente expresiva, diría que exquisita, porque no se guarda nada para transmitir lo que siente con minúsculos gestos que denotan un gran dominio de la expresión, así que decidí apuntar el horario y darle una oportunidad y saben qué, no me arrepiento ni un segundo de aquello; la serie me encantó.

La trama va de una abogada de nombre Abigail Bianchi, interpretada por Jewel Staite, que para serles sincero no me sonaba de nada, pero me encanta en grado sumo. Esta abogada tiene un serio problema con la bebida, en palabras suaves diremos que es borrachita. La historia comienza cuando Abigail despierta en el interior de su automóvil gracias a que una banda de chicos que pasaba por ahí le golpearon el auto. Se nota a leguas que ha tenido una noche de farra de esas en las que uno borra cassette, lo evidencian tanto su semblante como el hecho de estar estacionada afuera de un bar. Abi despierta y recuerda que tiene una audiencia en la cual debe defender a un cliente en un caso X. Maneja como puede hasta el juzgado, se presenta en el juicio y toda la sala puede dar cuenta tanto del perfume que emana, como del estado en que se encuentra. Es interrogada por el juez de la sala para preguntarle si se encuentra bien a pesar de los evidentes signos de encontrarse ebria, pero ella afirma que está todo conforme y pide la palabra para presentar el caso. Mientras intenta articular palabras para exponer la causa nota que no puede más y termina vomitando a su cliente de pies a cabeza. Imagínense quedar bañados por el vómito de un borracho, sólo imagínenlo. El público de atrás de la sala tenía preparados los celulares para grabar el momento y tras lo ocurrido lo inmortalizaron en la red. Abi pierde a sus hijos, trabajo y dignidad de una sola vez; la historia no ha hecho más que comenzar.

Family Law es una serie canadiense que nos invita a ser testigos del drama que tiene que pasar Abi para poder recuperar a sus hijos y algo del prestigio que perdió en aquella sala. Nos presenta al bufete de abogados Svensson & Svensson como una prestigiosísima firma que ha mantenido intachable su nombre y que es encabezada por el padre de Abigail, Harry Svensson, interpretado por el reconocido actor Víctor Garber, quien decide acoger a su hija bajo su cuidado y ayudarla a recuperar su vida. El bufete es todo lo que está bien hecho al momento de elaborar un argumento inclusivo. Desde una recepcionista gordita que es un encanto, que luego es reemplazada por un joven homosexual bastante ocurrente, pasando por la asistente de la firma, un transgénero de nombre Jerri, interpretado por el reconocido actor Bobbi Charlton (nada que ver con el futbolista inglés), quien es uno de los mejores personajes de la serie por largo, lo juro; además, de los medio hermanos de Abi: Daniel y Lucy, él un abogado inocentón y bastante petulante, ella una psicóloga lesbiana muy acuciosa. Junto a ellos se muestra todo un variopinto elenco que se enfoca en tratar las problemáticas de la sociedad actual: los perrijos, el derecho a elegir la orientación sexual, la adopción entre personas de un mismo género, las relaciones extramatrimoniales y de edades diferentes, los romances entre personas de la tercera edad, la concepción asistida, en fin, tiene de todo y lo mejor es que fluye y no se siente forzado. Al contrario, cada pieza que está en esa serie está ahí por su importancia y representatividad y aporta una fuerte carga emocional y argumental que no he visto en ninguna otra serie hasta el día de hoy.

Recomiendo muchísimo ver Family Law porque es una apuesta desvergonzada que nos permite involucrarnos en situaciones que están ahí afuera y que de seguro ignoramos porque no gravitan nuestras vidas. El tono sarcástico de esta tragicomedia es una delicia que te hará pedir más de aquello sin sentir ningún tipo de culpa o repulsión. Yo estoy enganchadísimo con la serie y me parece una de las mejores que he visto en mi vida, incluso la pondría en mi top 20 personal. Denle una oportunidad y atrévanse a ver la única serie que aborda la inclusión de manera perfecta.

P. D.: Amo a Jewel Staite