CULTURA
«A Haunting in Venice»: misterio a la orden
SERENDIPIA | Varykino Aarón | Noviembre 17, 2023
Debo confesar que las historias de intrigas me llaman poderosamente la atención. He devorado todos los libros de Sherlock Holmes con un apetito voraz… “De perecido”, diría mi abuela y no me arrepiento un solo segundo. De igual modo he leído las novelas negras de Jo Nesbo y el apetito por conocer más autores que me sumerjan en mundos detectivescos me ha llevado a conocer un buen puñado de estos a lo largo de mi vida como lector; ya se acerca mi cumple así que ya saben qué regalarme.
A Hauntig in Venice (Branagh, 2023) es una historia de misterio dirigida por el reconocido actor y director Kenneth Branagh, a quien de seguro los Potterhead conocen como el profesor Gilderoy Lockhart, aquel maestro y escritor famoso que era un completo fraude como mago en la adaptación del libro Harry Potter y la Cámara de los Secretos (Columbus, 2002) y que nosotros, los cinéfilos, lo conocemos de trabajos más memorables como los que hizo en Valkyrie (Singer, 2008), My Week with Marilyn (Curtis, 2011) o Conspiracy (Pierson, 2001), el cual le valió un premio Emmy. Por si no sabían, él fue el director de Thor en 2011 y, además, ganó el Oscar a mejor guion por, la excelsa y antes reseñada en este espacio, Belfast en 2022.
Lo primero que me llamó la atención de la película fue tanto su fotografía como su gramática audiovisual. La fotografía es magnífica, con un cuidado esmerado en cuanto a la atmósfera opresiva de la noche vienesa. En cuanto al manejo de planos, puedo destacar que usa mucho el recurso de los picados y contrapicados; es decir, los planos desde abajo y desde arriba, que podríamos decir que están presentes en un 80 % del film y ese recurso es excelente para sumergirnos en la trama.
La trama es sencilla, un detective con claros rasgos de padecer de algún trastorno políticamente correcto de los tiempos que corren y que hemos visto en toneladas de series y películas actuales, pero que sabe tomarlo como un pivote que le ayuda a moverse en el entorno y dar con la solución del caso que se le pone en frente. La historia tiene claras referencias a Agatha Christie y Artur Conan Doyle y no tiene reparos en demostrarlo, lo que ayuda al espectador a adentrarse en una historia de misterio e intrigas que no hacen más que acrecentar el interés que podemos tener al experimentarla.
Debo confesar que en mi visionado de la película hice varias pausas por cuestiones domésticas, lo que me sacó un poco de esa tensión que iba in crescendo a lo largo del film, por lo que el clímax me tomó un poco por sorpresa, pero no con esa emoción que hubiera experimentado de haber estado con mis 7 sentidos prendidos en la película (sí, también vi Caballeros del Zodiaco así que tenemos 7 sentidos, no solo 5); además, la resolución del caso fue tan rompedora que me sacó de cuadro. Claro que la actuación de algunos personajes deja mucho que desear para poder aportar un clímax más rompedor, pero hasta antes de la resolución del caso yo compraba la película completamente.
Recomiendo la película con la convicción de alguien que disfruta de las historias de intriga y misterio desde muy temprana edad (desde la época de Scooby Doo) y sé que les hará pasar un buen momento al contemplarla. Tiene de todo lo que se puede pedir en estas historias ambientadas en la posguerra y que toman a la embrujada y maldita Venecia como escenario de sus oscuros relatos. Punto aparte las máscaras usadas en el film, me recordaron a Eyes Wide Shut (Kubrick, 1999) y todas esas máscaras que veo en el folclore renacentista que no hacen más que ponerme los pelos de punta. Véanla, no se van a arrepentir.
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