CULTURA

Tatta Torres Tello, Ahora y Siempre

  |   Gerardo Carrillo   |   Septiembre 19, 2011

En los ambientes culturales, literarios, sociales del norte... ¿quién no conoce a Tatta Torres Tello? Trujillana que desde 1999 dirige en Chiclayo, con gran tenacidad ante las adversidades, la revista cultural Ahora y Siempre.


¿Cuándo iniciaste la revista?

El 9 de diciembre de 1999, ya va a cumplir 12 años.


¿Cuál es su finalidad?

Yo recuerdo que les comenté a mis amigas que no quería una revista cultural sesuda, tipo científico o para que lo lean los intelectuales, no. Yo quería una revista que difunda la cultura y el arte en sus distintas manifestaciones. Y la cultura no solo es la literatura, la música y la pintura sino también la educación, la salud, la historia. Lo maravilloso de la revista es que es una revista para todos, como dice su eslogan. La temática es muy cuidada. La puede leer el niño, la abuela, el tío. Entonces cuando me envían algo subido de tono, y no es que sea una mojigata, no lo publico.


Es que tu público es familiar y no es que no entiendas el arte…

Todo lo contrario, tengo mente abierta, pero yo respeto a mis suscriptoras. Yo tengo un público cautivo, muy delicado, ya sabe que pueden dejar la revista en el sillón y no van a temer porque el niño de la casa la vea. Es una revista que tiene temas que pueden ser comentados en familia. 


Y en estos tiempos que las familias ya no conversan...

Claro, esto permite el acercamiento entre padres e hijos, algo que ya está muy resquebrajado. La tecnología nos acerca al mundo, pero nos aleja de lo más cercano.


¿Y cuáles han sido las principales dificultades para mantener la revista?

¿Han sido? (risas)… son y serán. Lamentablemente no hay apoyo a la cultura, tú ves que hay revistas de farándula o deportivas o de cualquier tipo que reciben mucha publicidad. Sin embargo, para una revista de tipo cultural no. Y lo penoso es que no hay revistas culturales. Al menos yo no conozco. La gente que colabora me dice que le gusta hacerlo porque es un formato diferente. El formato de Ahora y siempre no es copia de ningún otro medio, y la he ido actualizando con temas en boga como la ecología y otros temas que no toqué al inicio.


¿Cuál es tu mayor satisfacción con ella?

La satisfacción que yo tengo es que la mayor parte de los artículos que publico en Ahora y Siempre, son escritos especialmente para la revista.


¿Quiénes han sido tus colaboradores más reconocidos?

En Lambayeque mi querido Nixa (Amauta del Periodismo Nacional), Luis Rivas Rivas (crítico literario), Alfredo José Delgado Bravo (autor del himno a Chiclayo), un periodista muy querido Juan Barturén. De renombre internacional tenemos a Eduardo Gonzáles Viaña (escritor), quien hasta ahora pública en la revista. También colaboró Manuel Jesús Orbegozo, quien no fallaba en ninguna edición. Es una verdadera pena su deceso.


Me contaste que quiso escribir algo muy elogioso sobre ti…

Como algo anecdótico, me envió un artículo hace como un año para la revista, en el cual hacía un paralelo entre la labor de una periodista X y yo. Y bueno, a pesar de que siempre yo publico las cosas que escriben para mí, sentí un poquito de pudor y por ética no lo publiqué. Tenía muchas palabras de elogio, era muy fuerte para mí.


¿Te incomodan los elogios?

Yo acepto las palabras de elogio porque no tengo una falsa modestia. Odio la falsa modestia, el que sabe lo que hace debe aceptarlo. Si otros te lo reconocen, bienvenido sea. Por eso todos los premios que me han dado los he ido a recibir con un cariño y agradecimiento enorme. Yo reconozco la labor que hago, incluso cuando casi desde hace seis años estoy en silla de ruedas y la revista nunca dejó de salir.


Eso es lo increíble, incluso cuando estuviste hospitalizada…

Cuando yo estuve gravísima en el hospital la revista demoró 20 días en salir, pero salió. Nadie lo esperaba, nadie pensó que la revista saldría. 


¿En qué año fue esto?

En diciembre de 2005 que estuve al borde de la muerte. Estuve un mes entero en el hospital. Luego en mi casa pasé todo el verano sin poder moverme, pero Ricardo – quien es la persona que me apoya- vino a mi casa y ahí hicimos la revista.


¿Quién es Ricardo?

Ricardo es el que diseña y diagrama la revista, y maneja la parte de la impresión. Él iba a mi casa y yo a pesar de que estaba postrada dirigí la edición y la revista salió en marzo. Esa fue una de mis más grandes satisfacciones. Y no lo hice por decir ¨ yo todo lo puedo¨, lo hice por el compromiso que tengo con la gente. Yo creo que se debe mantener la responsabilidad, el compromiso, esto debe ser básico en todo ser humano. Hubo un tiempo que no pude trabajar con Ricardo, y como cuatro ediciones trabaje con otra gente y las hicieron mal, me entregaban revistas mal hechas, las tenía que devolver. Mis amigos me decían que me ponía mal, me hacía daño y  simplemente las entregara así. 


¿Y qué hiciste?

Yo no podía entregar un producto así, algo que me cuesta tanto hacer, tanto esfuerzo. No quiero sonar dramática, pero es algo que me ha costado tantos desvelos. Entonces no es justo que yo pague lo que me pidan y me entreguen un producto mal hecho. Esta es la falta de responsabilidad y la falta de compromiso. Entonces si yo reclamo eso a otros, no puedo fallar en mi compromiso. 


Y tu compromiso es muy grande, estás generando lectores…

Exacto, yo escribí un artículo que salió en La Industria de acá, de Trujillo, y  que se llamó ¨Leer es una pasión¨. Y porque yo pienso que leer verdaderamente es una pasión y se debe incentivar desde la niñez.


Más aún con tantas distracciones tecnológicas para los niños…

Sí, ahora es mucho más difícil porque los chicos desde los 3 o 4 años ya están en la computadora, con el iphone y con todos las maquinitas esas que yo aún no aprendo a manejarlas, y así jamás van a tomar un libro. Y yo desde que era muy pequeña me aficioné a la lectura, recuerdo que el primer libro me lo regaló el hermano de mi mamá. Era Corazón de Edmundo de Amicis. Me encantó probablemente a los 8 años, pero lo he leído de adulta porque no lo recordaba o por algunas cosas que no entendí. 


La relectura siempre es importante…

Siempre, siempre. Ahí es donde tú comienzas a comprender más. Entonces yo pienso que incentivar esto depende de los padres, y no solo se debe confiar en el colegio. Si tú empiezas desde muy pequeño logras el hábito de la lectura, después ya es más fácil comprender cualquier texto. Si tú no has sido lector, ni te gusta investigar, no vas a comprender.


Y ahora muchos ya no recurren a los libros sino leen por Internet...

Sí, ahora ya no hay bibliotecas. Si queremos mantener la lectura se debe pensar en las grandes mayorías, no hay libros. Alguna vez con la Asociación de Escritoras Norteñas donamos libros para el pueblo joven Vista Alegre. Luego me di cuenta que yo también tenía muchos libros y allí había tanta gente que los podía leer, así que doné mi biblioteca. Recuerdo que incluso Nixa, Julio Armas y otros amigos donaron libros.


¿Cuándo fue eso?

Fue en 1999. O sea se le donó a la gobernadora porque todavía no había el espacio físico.


¿Y sabes qué pasó luego?

Sí, lamentablemente cuando dejé la presidencia de Aden y luego fui presidenta de Soroptimist,  fueron a buscarme el nuevo gobernador y otras personas a pedirme disculpas. Ellos habían dado mi nombre en la radio debido a que las donaciones no estaban. Me pidieron disculpas, pero lo lamentable es que había desaparecido todo.


¿Todo?

Sí, pero cuando fui presidenta de Soroptimist, con todas mis amigas del club y la gente que nos pudo ayudar, logramos llevar otra donación de casi 300 ejemplares, entre libros y cuentos para niños. Pero esa vez fuimos con un periodista de La Industria, tomó la foto y salió una nota como para que quede prueba palpable.


Es lamentable tener que hacer eso para asegurarte que tu donación llegue a su destino…

Tienes que hacerlo. Tienes que hacerlo con foto y una nota de prensa sino no sabes en dónde puede terminar. La idea era ayudar a los niños y ancianos con un espacio donde leer, y también pudieran llevarse el libro a sus casas a través de algún sistema. Pero luego dejé de caminar y ya no pude continuar con esta labor. Aunque igual ahora cada vez que me llegan libros, y con el perdón de mis amigos, yo los envío al Penal de Picsi. Mis libros y revistas también. Allí hay mucha gente que necesita ser incentivada y tiene tiempo libre.


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