Tienes razón, estudié solo actuación en el college y en el conservatorio.  Nunca estudié cine ni guion. Nunca lo estudié porque nunca soñé con escribir o dirigir, yo solo quería ser actor profesional. Ese fue mi sueño de siempre, pero me comencé a dar cuenta que en Los Ángeles, donde la competencia es tan feroz,  tenía que ser un artista más completo. Al ser yo el escritor, también podía trabajar como actor.   Además,  tuve la suerte, a pesar de que no estudié cómo escribir guiones, de tener un roommate en Los Ángeles y él estudiaba cine en la NY Film School (en la sucursal de Los Angeles). Él siempre dejaba tirado por la sala el libro que usaba en su clase de guion. Yo terminé comprando ese mismo libro, me costó 16 dólares, nunca me olvidaré de ese precio. Todo lo que sé de escribir guiones lo aprendí de ese libro. Ahora ya he escrito 5 largometrajes y dos cortos. El libro es Screenplay - The foundations of screenwriting by Syd Field. 

Creo que lo más difícil al escribir un guion cinematográfico es tener la fuerza de voluntad para sentarte al frente de tu computadora por todos esos días y por tantas horas, no sé por qué lo es, pero muchos conocidos guionistas dicen lo mismo: el vencer esa fuerza que te pelea para no dejarte sentar y comenzar a escribir, pero claro, una vez que estás sentado, tienes que tener en cuenta la estructura de la historia, saber a dónde quieres que termine tu historia, porque si no sabes hacia dónde vas nunca llegarás a ese final del guion.

Creo que fue por el tema del corto, que era un tema muy sensible en ese momento 2011-2012, el corto exploraba la vida de los padres de los niños que mueren en una balacera en un colegio primario. Era muy controversial y emotivo. Aparte creo que estaba muy bien filmado y el equipo técnico era de primera.

Me gustó la experiencia en Cannes, por supuesto, por conocer a tantos cineastas de todo el mundo, pero lo que más recuerdo y me gustó fue la generosidad del programador del Festival de Cine de Newport Beach, al mencionar en medio de un teatro lleno â€”cuando estaba a punto de presentar nuestro corto— que había reído y llorado y sentía que los guionistas tenían mucho talento y sensibilidad.

Estar junto a mis actores en el set y explorar junto a ellos el guión y las escenas, estar en el proceso de filmación es para mí el sentimiento más emocionante que se puede sentir.

Hubo mucha presión familiar y social para que yo no hiciera esto, pero desde que vi Ben Hur (a los 10 años) ya no quería ser más abogado como mi madre, sino actor. Es algo que entró en mí y nunca ha cambiado. Hasta ahora â€”sin querer— disfruto mucho de la escritura y de la dirección y esta es una adicción que ya no puedo dejar.

Claro que estoy satisfecho y sobre todo muy agradecido por toda la experiencia y sobre todo por la oportunidad de trabajar con toda la gente súper talentosa con la que tuve la suerte de trabajar en el Perú y en Los Ángeles. Es un drama familiar y creo que es muy fácil identificarse con esta historia y el equipo técnico y actoral es de lo mejor.

Tienes razón, es difícil saber si la historia pegará o no, pero no comienzo un proyecto porque esté asegurado su éxito o no, yo comienzo algo porque necesito sacarlo de mí y explorarlo como artista. Hasta ahora ese es mi único patrón para comenzar a escribir algo.

Sebastián es una historia muy cercana a mí y tenía que contarla mucho más allá si le va bien en festivales o premios, lo tenía que hacer y lo hice. Mi abuela y mi madre nacieron y crecieron en Ferreñafe, por eso que la historia se llevó a cabo allí. Yo me crié en Chiclayo, pero mi mamá nos llevaba siempre a Ferreñafe, sobre todo al cementerio. Lo precioso de filmar allí fue que mientras dirigía, veía de reojo como mi mamá se encontraba con amigas de toda la vida.

Los ferreñafanos son los más hospitalarios y generosos del mundo, fueron muy buena onda con todo nuestro equipo, aunque claro, siento que a veces nos querían matar porque cerrábamos calles principales para filmar y eso creaba tráfico. Espero que ya me hayan perdonado. Por otra parte, las autoridades sí nos ayudaron, el alcalde de Ferreñafe fue muy generoso con nosotros, pero no, no hubo ayuda económica, todo fue inversión privada.

Lo único que yo siempre digo y que me lo repetía mucho mi profesor de actuación en el conservatorio en Los Ángeles: “Sigue tus instintos y trabaja... trabaja muy duro”.

Carlos Ciurlizza, actor, guionista y director chiclayano de 33 años, acaba de estrenar en el Festival Internacional de Busan, en Corea del Sur, su primer largometraje: Sebastián, el cual fue filmado en la cálida Ferreñafe. En 2012, un corto que coescribió y actuó fue seleccionado en el Short Corner del Festival de Cannes. Esta entrevista fue publicada por la revista Locheros, edición 3 (octubre).

Página de Carlos Ciurlizza en Facebook: https://www.facebook.com/CarlosCiurlizza?fref=ts