La generosidad, la confianza y las ansias por promover la lectura son la esencia de Biciteca, la biblioteca sobre ruedas que puedes encontrar en la plazuela Elías Aguirre todos los viernes de 5 a 7 p.m. Conversamos con Martín López, comunicador social egresado de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo y promotor de este colectivo en Chiclayo.

¿Quién tuvo la iniciativa?

En realidad, es una réplica de experiencias porque empezó en Chimbote, luego en Trujillo, Cajabamba y la cuarta ciudad es Chiclayo, en donde recién ha comenzado (a finales de marzo). Los eventos anteriores han sido las campañas de donaciones. Cuando tuve  la oportunidad de estar en la Biciteca de Trujillo me costaba un poco creer, pero la gente sí llegaba a devolver los libros, a llevarse otros o llegaban con más para donar.

¿Cuáles son tus expectativas con esta propuesta?

Esperamos que exista una respuesta con las personas que se están llevando los libros, es decir, que hagan el efecto multiplicador con todos. Saber que hay un lugar donde te puedes llevar un libro, pero también a contribuir que otros lean los que tienes en casa. El sentido de compartir es importante.

¿Cuáles son las motivaciones que han tenido tú y el equipo para realizar este proyecto?

Cuando yo me enteré del proyecto me llamó mucho la atención porque es un poco "cuestionador" el hecho de que una persona que no conoces te preste un libro con la condición que lo devuelvas. Ese sentido de promover la confianza, de decir: “Toma, ten un libro, léelo, disfrútalo y luego lo devuelves para que más personas también tengan la oportunidad de leerlo”, creo que era un valor agregado muy interesante a mi parecer. Entonces dije que era necesario que esta experiencia se replique en Chiclayo, justamente por la coyuntura que estamos viviendo, de desconfianza a nuestras autoridades, al ciudadano. Creemos en esta iniciativa con su objetivo principal que es promover la lectura, pero también la confianza entre chiclayanas y chiclayanos.

¿Cuántos integrantes son?

Somos ocho. Todos comunicadores. Además, hay otras dos personas voluntarias que nos están apoyando.

¿Cómo están organizados?

Hay un equipo de redes sociales, otro que es responsable solo de prestar los libros, otro que hace la base de datos y uno realiza el seguimiento a las personas que han llevado libros, que cuando se cumplen las dos semanas los llama o se comunica por  Facebook para que se acerquen a entregarlos.

¿Cómo procede la donación de libros?

Tuvimos dos campañas de donativos. Recibimos aproximadamente 150 libros en dos semanas y la idea es que en estos días que estamos prestándolos, la gente también se pueda acercar a donar.

Tuvimos un centro de acopio en la Universidad Pedro Ruiz Gallo y en la Alianza Francesa, pero no recaudamos  tanto como lo hicimos con la convocatoria en la plazuela.

Si una persona quiere llevarse un libro, ¿qué es lo que debe hacer y qué datos debe dar?

En primer lugar, escoger el libro que quieres llevarte, solo puede ser uno. Nos dices tu nombre, número de DNI, de celular, dirección y correo electrónico. Básicamente eso. Con la condición que se devuelva máximo en dos semanas.

Además de Facebook, ¿cuáles son los otros medios que utilizan para difundir?

Principalmente está en Facebook, también en Twitter, pero es una cuenta general de las cuatro Bicitecas que hay en el país.

¿Cuáles son los tipos de libros más donados?

La mayoría ha donado novelas, en segundo lugar están los cuentos infantiles y nos ha llamado la atención que nos donen libros con contenido ciudadano y social, incluso han donado la Constitución, la Convención de los Derechos del Niño. Considero que es algo muy significativo.

Si hay alguien quisiera formar parte del equipo de Biciteca, ¿cómo lo haría?

El Centro Esperanza, que es una institución de sociedad civil, nos ha apoyado donándonos la bicicleta que va a servir para trasladar los libros. Una vez que tengamos ese elemento, vamos a hacer una convocatoria abierta para personas que quieran sumarse y que no necesariamente sean comunicadores. Si hay más personas, habrá más puntos de préstamos.

Aparte del Centro Esperanza, ¿reciben apoyo de otra institución?

No. La verdad es que no lo hemos promovido. Con el Centro Esperanza fue una alianza por amistad, la cual se inició al comentar sobre el proyecto y ellos decidieron apoyarnos. Algunas reuniones las hacemos en su local, aún no hemos buscado más alianzas, pero estamos pensando que para el Día del Libro podemos hacer una actividad en conjunto con varias organizaciones de Chiclayo que no necesariamente promuevan cultura. Puede ser una sociedad civil, algún colegio que pueda involucrase en este tipo de actividades para promover la lectura.

En las redes no solo piden que colaboren con libros sino también con cinta adhesiva y forro autoadhesivo, ¿esto forma parte del cuidado de los libros?

Sí. Queremos promover el cuidado de los libros porque estos pasan por diversos lectores y porque la mayoría de ellos son usados. Hay otros que son nuevos, pero igual hay que cuidarlos. Algunas normas para las personas que se los llevan son no rayarlo, devolverlo y no maltratarlo.

¿Qué pasa si la normativa se incumple?

No hemos definido algún tipo de penalidad, pero confiamos en que puedan cumplirlas. También tenemos la iniciativa del trueque, si llevaste un libro y lo perdiste, o lo maltrataste, puedes entregar otro. Entonces allí hay una reciprocidad que puede ayudar más que una sanción.

¿Qué te gustaría que los chiclayanos supieran de la propuesta?

Que hay un espacio, de varios que se están abriendo en Chiclayo, que promueve la lectura. Que vengan a revisar libros y sepan que hay un colectivo de personas que apoyan la lectura y promueven la confianza. Que no duden en venir, están gustosamente invitados.

Foto: https://www.facebook.com/Bicitecachiclayo?fref=ts