CULTURA

Adaluz: rock en tu alma

Altavoz   |   Claudia Fernández   |   Abril 17, 2015

Fui a Bancarios a casa de los hermanos Moscoso para realizar la entrevista. Javier me recibió, Manuel no estaba y Renzo nos alcanzó después. Los miembros de Adaluz son Javier Moscoso (voz y guitarra), Manuel Moscoso (primera guitarra), Freddy Moscoso (bajo) y Renzo Robles (batería). Los chicos siempre muy amables me pidieron que me sintiera como en mi casa, me invitaron algo de tomar y comenzamos a conversar.

¿Cuánto tiempo de formada tiene Adaluz?

En febrero pasado cumplimos tres años, tres años en donde hemos tenido momentos pajas, pero también hemos tenido periodos largos en los que no hemos tocado absolutamente nada, periodos de 6 o 7 meses.

¿Cómo comenzó el proyecto de Adaluz?

Freddy: Adaluz comienza como una reunión de amigos. Renzo y un amigo muy cercano, Diego Velásquez, que un tiempo fue nuestro manager. Comenzamos a ensayar, un poco a improvisar en una sala de ensayo y decidimos armar un proyecto.

Javier: Básicamente comenzó reuniéndonos, tocando y después comenzamos a concebir el proyecto serio que vendría a ser Adaluz.

¿Y cómo escogen el nombre?

Freddy: Bueno, en una de esas reuniones del proyecto estuvimos en mi casa toda la banda pensando que nombre ponerle a la banda y en eso pasa mi hermanita y Diego que aún no la conocía nos pregunta “¿Cómo se llama tu hermanita?” y le dijimos “Adaluz” y respondió “¡Qué lindo nombre!”, le gustó y quedó así.

Javier: Sí pues, yo en un primer momento dije “No, ¿cómo le vamos a poner el nombre de mi hermana?”, pero Manuel respondió que sí, porque el nombre no hace a la banda sino la banda al nombre. Así fue como el nombre de la banda quedó como Adaluz.

¿Ustedes tocan en lugares fijos o solamente en eventos?

Javier: Básicamente en eventos, ya sean particulares o públicos, pero también puedes vernos en alguna tocada que reúna a varias bandas locales o eventos benéficos. Adaluz tiene la idea de componer música bastante sincera, bastante del corazón porque la música viene de ahí y ese es el compromiso que tenemos.

¿Cómo fueron sus inicios en la música personalmente?, ¿qué los inspiró a ser músicos, a coger sus instrumentos?

Javier: En mi caso yo siempre he cantado, pero si quieres saber que me inspiró creo que fue mi madre. Aún ahora cuando estoy ya para dormir cierro mis ojos y la escucho cuando me cantaba de pequeño. Mi mamá canta bellísimo y creo que fue ella la que me incentivó a cantar. Y con respecto al rock fue mi papá, yo tenía a mi papá metiéndome rock por una oreja y a mi mamá haciéndome escuchar música clásica por la otra. Así comencé.

Renzo: Yo siempre he tocado la batería, pero supongo que lo que me llevó a dedicarme a ella es que mi papá es baterista y he crecido escuchándola. Digamos que está en la sangre.

Freddy: Bueno, yo al principio quería tocar la guitarra, yo veía a mis hermanos que tocaban y quería aprender y le decía a Manuel “ya pues enséñame” y él me decía “ya brother, ven” y yo me sentaba y comenzábamos, pero al rato me aburría y me iba a jugar futbol. Hasta que un día fui a casa de un amigo que es bajista, lo vi como tocaba el bajo, me dio curiosidad, le pedí que me enseñe y me pegué. Le pedía que me preste el bajo por unos días y practicaba todo lo que podía hasta que rogándole a mi papá me compró mi propio bajo. Y desde ahí no he parado.

¿Desde entonces tuvieron en mente dedicarse a la música?

Javier: Yo compongo desde los 16 años y he sido malogrado desde chibolo. Yo salía con una guitarra —que me prestaba el pata de al lado— todo despechado porque una flaca me había terminado, me sentaba en mi jardín y miraba como mis vecinos pasaban y yo estaba ahí con la guitarra rasgando y rasgando acordes tras acordes. Ya poco a poco fui puliendo esa vaina, por ejemplo, le quitaba un dedo a un acorde y decía “Así suena más bonito”, de pronto invertía un dedo y lo ponía más atrás porque yo siempre he seguido el oído porque nunca me enseñaron música. Entonces me decía: “Si esta nota suena así, esta puede sonar de otra manera y se pueden acoplar” y así nació “Triste sonrisa”. Yo no tenía ni idea de que era un cromatismo, sin embargo la usaba en una parte de la canción y terminaba en un acorde que no sé qué acorde es porque yo solo lo hice de oído. Yo solamente narraba lo que sentía en ese momento. Cada vez que regresaba de clases me ponía a escribir en un cuadernito que me había sobrado del cole y pasaba las noches escribiendo hasta que un día le dije a Freddy y a Miguel —quien era su mejor amigo—: “Oigan, escuchen esta vaina”, y a pesar de su cara de aburridos yo estaba contento porque había escrito algo. Y esa canción, “Triste sonrisa”, que compuse en 2007 es la canción que más ha pegado.

¿Y cómo es el proceso creativo de la banda actualmente?

Javier: Yo no puedo programarme un día y decir “el fin de semana hacemos una canción”. Jamás ha pasado eso ni pasará. Hace poco me senté, agarré la guitarra y me puse a componer la primera frase de toda una canción. No la he seguido porque lamentablemente si a Freddy no le gusta o a Renzo no le gusta, y como somos una banda, no puedo hacer lo que a mí se me da la gana. En un inicio todas las canciones las hacía yo porque soy el compositor de la banda, pero pasó el tiempo y nos dimos cuenta de que una banda es una banda. Nuestra idea es que cada uno ayude con lo suyo: uno con la letra, el otro con el ritmo o Manuel hace un solo. En fin el proceso creativo son tres pasos: uno, yo llego con la idea y con la letra, dos, la modificamos y le ponemos música, y tres, la arreglamos y la tocamos.

¿Cuán seguido ensayan?

Javier: No, solo han habido tres excepciones en todas las tocadas de Adaluz en las que hemos ensayado que yo recuerde, o quizás alguna otra.

Entonces no ensayan…

Javier: No, nosotros nos dedicamos a hacer música. Si vamos a ensayar, entre comillas, vamos a una sala de ensayo y hacemos música. No estamos “cinco canciones para el ensayo de hoy” o estamos “¿ya te sacaste la canción?, tocamos nomás, de ahí vamos haciendo nuestra propia versión de las canciones. Y algo que, por ejemplo, me interesa bastante es que nuestra versión de “Smoke on the wather” no la encuentren en ningún lado en Chiclayo. La versión que tenemos nosotros es la versión en vivo que yo vi toda mi vida en una cinta de VHS y que era una versión en vivo en uno de los conciertos más grandes de los 70. Esa versión es un jammin. Mi frustración fue tan grande que cuando escuché el “Maching Head” de Deep Purple y escuché “Smoke on the wather” en la versión original me lloré porque decía “¡No! Puta la canción no es así”, te lo juro, la versión original -escúchenme y léanme todos- no me gusta.

Eso es genial. Y sus perspectivas como banda, ¿cuáles son sus objetivos?

Javier: Nuestro objetivo es llegar lo más alto que podamos. Si ha habido bandas en Chiclayo y en la escena nacional que lo han hecho, yo no creo que nos falte mucho para que con un poco de esfuerzo podamos decir “lo logramos”.

¿Y por qué no intentar con un disco?

Javier: Sí, queremos hacer un disco promocional, pero no pensamos en la música con fines de lucro. Para eso ya tengo un trabajo los fines de semana tocando música comercial. Adaluz es diferente. Si alguna vez tenemos un disco, el cual ya incluso hemos empezado, ni bien esté listo lo subimos a Internet. Y no para que lo descarguen sino para que lo escuchen. Si te gusta nuestra música te regalamos el disco porque con Adaluz nosotros queremos expresar lo que sentimos.

Entonces su intención no es vender…

Javier: No, por lo único que cobraríamos es por asistir a un concierto nuestro. Un concierto sí debe tener un valor, no solo monetario sino también espiritual porque es la manera de pagarnos nuestro trabajo. Ser músico no es fácil, menos en Chiclayo que es una provincia chiquitita, te lo juro, aquí en Chiclayo la hemos visto negra.

Claro, ustedes quieren que el pago sea por la calidad de su trabajo y no por el número de canciones que toquen.

Javier: Lógico, queremos que la gente se identifique con nuestras canciones. Aunque cuando escucho las canciones que tenemos me avergüenzo a veces porque me digo “creo que la letra debería ser diferente”, “ese solo no debe sonar así” o “el bajo o la batería debería sonar mejor”. Como todos los músicos nos queremos perfeccionar, pero leo los comentarios y una flaca dice “pucha, esta canción describe todo lo que siento”, un seguidor dice “donde la descargo” u otro dice “¡qué linda canción, me encanta!”. En realidad esto me arrocha y me pongo rojo como tomate, pero es lindo que te hagan esa clase de comentarios porque la canción salió de mi alma y si a alguien le gusta, no hay mejor pago que ese.

Y cuando comenzaron a aparecer los fans, ¿qué sintieron?

Javier: Fue chévere la verdad ver cómo la gente se comenzó a conectar con nosotros y raro porque no somos esos músicos que se hacen sesiones de fotos para verse guapos. No queremos que nos miren y digan “me gusta su casaca” o “me gusta su cabello”. Eso en realidad nos da igual, lo que importa es que la gente se conecte con la música y entienda lo que les queremos transmitir. Quiero que la gente entienda eso: si puedo sonar muy botado o hacer muecas en el escenario es porque estoy sintiendo lo que hago, no quiero ser un tipo tímido en el escenario porque la música se siente y se vive.

¿Qué sienten cuando están en un escenario?

Freddy: Es sentir energía y transmitir energía, es el tratar de transmitir la música con todos los sentimientos que tratas de producir. Es sentirse el medio para trasmitir un sentimiento al público, tú eres el intérprete y si tú quieres tocar algo que transmita tanta energía, como por ejemplo el hard rock, tienes que hacer que el público sienta esa energía. Y ver a la gente disfrutando lo que haces es algo demasiado chévere.

¿Y la mejor presentación que han tenido?

Javier: Todas, a pesar de que ha habido veces en que hemos salido puteándonos y otras en las que hemos salido abrazados.

Freddy: Para mí la de Chachapoyas fue la mejor presentación.    

Javier: Es cierto, nos bajamos riéndonos y la gente gritando una más, una más. Y cuando bajamos estaba un grupo de flacas que se acercaron con roche, la familia nos felicitó por la presentación, los organizadores nos dijeron “puta, ¡qué bacán!” y el tipo que salió antes que nosotros también nos dijo “¡qué bacán estuvo loco!”. Y nos pusieron la cerveza, la pasamos de puta madre.

Y para terminar chicos, ¿qué significa la música para ustedes?

Javier: Para mí la música significa la forma de expresar lo que vivo, lo que siento y lo que quiero ser.

Renzo: Para mí la música es, más que todo, pasión. Todo lo que tiene que ver en mi vida lo relaciono con la música, es algo que me nace en realidad, es como si hubiera nacido compactado con la música, como que yo no pude elegir, nací con eso.

Freddy: Bueno, la música, no sé si sería una definición, yo diría que es un aspecto fundamental en la vida. O sea todo lo que hay en la vida es música. Es tan importante para la vida como el agua.

 

Foto: https://www.facebook.com/AdaluzRock?fref=ts

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