Política
¿El Primer Mandatario haciendo labor humanitaria?
¡No hay derecho! | Alex Neira | Septiembre 10, 2013
Ayer el Presidente de la República viajó a Arequipa.
Primero Palacio de Gobierno comunicó que lo harÃa en compañÃa de tres Ministros: felizmente al final apareció con uno (¡bien por el arca estatal!).
El motivo: “entregar apoyo humanitario y logÃstico a las poblaciones del sur del paÃs que se han visto afectadas por las bajas temperaturasâ€.
Por otra parte, estos centros poblados no sólo son afectados por el clima, perviven sobrellevando una escasez educativa, laboral, sanitaria, social.
Conque, ¿el que en estos momentos se les haya dado tanta luz a estos ciudadanos no vendrá a ser por demagogia, propaganda, populismo?
Ojalá hayan muchos que se pregunten lo mismo, puesto que tal parece se ha acostumbrado tanto a nuestra gente a admitir este tipo de autopromociones que nadie se aspavienta cuando suceden.
El ciudadano promedio no critica, no especula, no desconfÃa ni señala: ¿si ya dio la solución desde Palacio a qué se debe invertir mayor tiempo y dinero público cuando hay mil y un problemas más por afrontar?
¿Por qué las cámaras, las poses y las fotos, por qué los discursos, por qué los atuendos autóctonos?
Recordemos que hace como un mes ya estuvo por Arequipa, y dando una gira por “el surâ€; entonces, ¿será que el apoyo brindado no es por amor al chancho sino a los chicharrones?
¿Tendrá nuestro Presidente tanta indignación por revertir los daños sufridos que decidió ir personalmente a ver cumplirse a cabalidad sus órdenes?
¿Es que no confÃa en sus subordinados?
¿Es que ser Presidente significa estar en todo?
¿Es que podrÃa ayudar mejor yendo hasta allà que seleccionando a los especialistas idóneos desde su despacho?
¿No hay personal más competente, técnicos o analistas en general, que podrÃan examinar desde diversas ópticas lo que requieren antes que nada los afectados que él mismo?
¡Para qué ir, por dios!
Si es verdad, guarda un corazón humanitario, por qué ese dinero destinado a la comida, estadÃa, personal de seguridad, personal adyacente, los Ministros y las respectivas camarillas, el trasporte, los obsequios protocolares, etcétera, que no resulta una bicoca, digo, ¿por qué ese presupuesto no utilizarlo para alterar la manera en que pasan los dÃas los ahora damnificados?
(Ojito: el trasfondo es asunto delicado).
Arequipa no queda a la vuelta de la esquina.
Anunciarse a los medios de comunicación que dos tráileres repletos de camarotes, frazadas, abrigos, alimentos no perecibles, serán distribuidos por el presidente mismo es un insulto a las buenas formas y a la gestión efectiva.
Primero, porque de humanitario no tiene nada esta polÃtica.
Es una obligación, parte de su trabajo, esa por la cuál postuló y buscó el apoyo de sus coterráneos: brindar ayuda al instante en estos casos es elementalmente lógico antes que humanitario o cualquier otra cosa.
Segundo, humanitario serÃa si en lugar de actuar como hospital o asilo (con la plata del Estado para colmo de los colmos), tomara una estrategia para siquiera disminuir la gran separación, la gran diferencia, la abismal incongruencia entre estos pobladores y un limeño común y silvestre.
Si hay algo que se puede apreciar de estos viajes a distritos de provincias de zonas alejadas del paÃs, viene a ser el gran centralismo que aún persiste.
Ser humanitario es procurar desaparecer la pobreza, la miseria, la ignorancia, la corrupción de conciencia y costumbres de la comunidad por politiqueros.
No es que esté mal darle la mano a hambrientos, desesperados, heridos, pero lo fundamental es regar la semilla democrática, proponer siempre cambios tangibles y no afanes de autobombo, apareciendo en donde no es necesario aparecer.
Enviar medicinas y alimentos es muy importante, y sobre todo un acto digno de un mandatario cuando van acompañados de una medida educativa o social clara e institucional, no regalitos que al final dejarán en las mismas lastimosas situaciones en las que se encontraban a los habitantes, ajenos a la verdadera democracia pero a quienes se recurre cuando ciertos postulantes urgen votos.
Corregir los males antes que minimizar sus consecuencias, esa es una manera de actuar de los polÃticos cabales.
Asà las cosas, distinguiéndose embaucadores descarados incrustados en el poder, queda por nuestro lado contrarrestar la ofensiva embrutecedora con preguntas e interrogantes.
Motivando a observar hasta examinar lo que primero sólo se miró sin mirar.
Hay que hacer algo para no acabar en un paÃs de ciudadanos imbéciles y presidentes populistas y demagogos hasta la desfachatez absoluta, si es que es posible ser un mandatario populista, demagogo, y no ser desfachatado desde cada exhalación.
Post scriptum: Para entrar en detalles buscar qué significa “humanitarismoâ€.
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