Política

Estrategias de la manipulación electoral

CONCIENCIA CRÍTICA   |   Miguel Ángel Huamán   |   Marzo 15, 2021

En 1990, Noam Chomsky describió cómo los medios de comunicación utilizan técnicas de manipulación para distraer, distorsionar la información, impartir valores y controlar el pensamiento y la conducta de las masas al servicio del poder dominante. En el 2002, el francés Sylvain Timsit publicó en la web una lista de estrategias de manipulación mediática, que erróneamente se atribuyeron a Chomsky. En realidad, Timsit sintetizó la crítica y la denuncia de este politólogo sobre el modo cómo somos manipulados por el sistema neoliberal. Me parece importante, al mismo tiempo que divulgar estas estrategias, intentar aplicar algunas en un ejercicio de predicción frente a la coyuntura de las elecciones del 11 de abril del año en curso.

Primera estrategia: mantener al público preocupado en asuntos secundarios e irrelevantes, para evitar que piense e impedir se dé cuenta de lo que se aproxima. Hemos podido apreciar esta artimaña en el escándalo promovido para encontrar a los culpables que se han vacunado contra el covid19, en lugar de los médicos que se exponen vida día a día atendiendo a los contagiados. En una catástrofe se debe dar prioridad a la atención a las víctimas o enfermos, es decir, facilitar el control de la epidemia e impulsar la vacunación de los más expuestos. Desatar una caza de brujas no ayuda en nada, pero distrae de los otros problemas como los reiterados casos de candidatos con denuncias judiciales serias.

Segunda estrategia: crear falsos problemas para después ofrecer supuestas soluciones. Otra vez, la propuesta de autorizar a las clínicas privadas para que adquieran y ofrezcan la vacuna contra el coronavirus ha suscitado gran atención de los medios, a pesar de la imposibilidad jurídica de permitir dicha injerencia porque atenta con la responsabilidad del Estado de organizar, planificar y garantizar la vacunación de toda la población. El atender a los sectores económicos pudientes aparece como falsa solución, pero sirve para conseguir una imagen injustificada de capacidad ejecutiva.

Tercera estrategia: proponer medidas inaceptables y graduales para que, gota a gota, la gente se acostumbre inconscientemente a aceptarlas sin pensar. La prédica populista de la mayoría de los congresistas actuales los ha llevado a aprobar un conjunto de leyes, como la suspensión por el covid19 del cobro de peaje en la red vial nacional, la devolución de los aportes al Sistema Nacional de Pensiones, y otras que contradicen explícitamente la Constitución. Esto ha llevado a que el Tribunal Constitucional las anule y señale que ponen en evidencia el poco conocimiento de las leyes de los congresistas. Lo que ocurren es que aprovechan la coyuntura para legislar para el aplauso e inducen erróneamente a creer que se preocupan por la gran mayoría de peruanos.

Cuarta estrategia: dirigirse al público como si fueran niños de modo simple y superficial para evitar cualquier pensamiento crítico. Las corporaciones y grupos que controlan los medios de comunicación (radio, televisión, cable, internet, etc.) en forma permanente presentan en la escena política nacional personajes que, como los malvados de una telenovela, encarnan las desgracias del país al ser caja de resonancia de apresuradas denuncias, declaraciones inconsistentes, rumores falsos. Estos chivos expiatorios son criticados, denunciados y satanizados por falsos periodistas o figuras mediáticas que, por escandalosos, prepotentes e ingeniosos, aparecen como los buenos, los defensores de las cosas correctas, que alimentan el sensacionalismo, la chismografía morbosa del espectáculo. En nuestro medio tenemos los Betos, los Jaimes domésticos o el rey con barba de marca Philip o mantequilla inglesa.

Quinta estrategia: usar la vía emocional para empatizar y evitar el sentido crítico. La apelación a lo afectivo, al trato familiar, a la pregunta complaciente y al reconocimiento apresurado constituye un rasgo de estilo que permite reconocer el vínculo estrecho y el respaldo emocional que buscan despertar frente a los personajes que son de su misma ideología. Nunca una pregunta que pida aclarar las contradicciones de la imagen mostrada con su actuación anterior.

Sexta estrategia: mantener al público en la ignorancia y la mediocridad para que no se den cuenta que la educación privatizada es una fábrica de titulados anuentes y mediocres. El mejor ejemplo de esta postura ha sido el aprobar en el congreso una ley que exhorta a los actuales altos funcionarios a pasar por un examen para descartar que hayan sido vacunados. Medida absurda que los expertos señalan que además es inviable y populista, que solo pone en evidencia su ignorancia.

Séptima estrategia: instalar en la mentalidad del ciudadano la incultura y la mediocridad como forma moderna de vida. Los diferentes medios de comunicación social se han convertido en espacios de difusión de ideas oscurantistas, esotéricas y manipuladas que incentivan creencias absurdas, conspiraciones alienígenas, medicamentos y panaceas que curan todo, etc. La información científica y objetiva ni siquiera es reconocida ni muchos menos presentada como parte de la exigencia de la veracidad que debe cuidar el periodismo.

Octava estrategia: utilizar la información de internet para conocer a la población mejor de lo que ella misma se conoce. Conocido es que la mafia institucionalizada emplea grandes recursos económicos para contratar y pagar una permanente legión de cibernautas que cotidianamente intervienen en redes sociales (Facebook, Instagram, Twitter, etc.), con comentarios, imágenes, videos, propios y ajenos que tienen como característica común el defender a los personajes controvertibles de la organización, reforzar su imagen positiva, ocultar o tergiversar sus actos ilícitos, denunciar como falsos e implementar toda una falsificación de los hechos a favor de los candidatos corruptos.

Distraer, autobombo, gradualidad, diferir, infantilizar, emocionar, poner lo mediocre de moda y la manipulación tecnológica son las estrategias empleadas como armas escondidas en la batalla por manipular a la opinión pública, a favor de los integrantes de la mafia organizada que financian a falsos periodistas y comunicadores serviles. ¿Cómo contrarrestar esta maquinaria que en periodos electorales funciona a todo vapor? Simple, dedícale por lo menos un par de horas ingresando a internet, donde está la información sobre los candidatos, para averiguar todo y poder realizar un voto consciente y crítico. Recuerda que si votas a la ligera “por el ganador”, porque “ha prometido”, “me cae bien”, no podrás arrepentirte sino hasta cinco años después. El que elige a corruptos no es víctima, sino cómplice.

Ilustración: Carolina Rentería

 

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