Política
Fujimori libre: ¿la cereza del gobierno aprista?
De concretarse el indulto a Fujimori se confirmarÃa la estrecha relación que han tenido los fujimoristas y apristas durante el último gobierno de Alan GarcÃa. Recordemos que el lÃder aprista también debe responder, entre otros, por los crÃmenes en El Frontón y Santa Bárbara.
| Stanley Vega | Junio 15, 2011
Lo dicho el lunes por el fiscal de la Nación, José Peláez, no ha podido ser más concreto: sólo Alan GarcÃa, en su condición de presidente del Perú, podrÃa darle el indulto al ex dictador y genocida Alberto Fujimori, quien como la mayorÃa sabe, permanece recluido en la Diroes, cumpliendo una pena de 25 años.
¿Será capaz de realizar, nuestro todopoderoso y ventrudo presidente, semejante acto de generosidad? No lo dudo. Cuenta con los suficientes mecanismos, el interés y la sinvergüencerÃa para hacerlo. Sólo que ahora junto a sus compinches fujimoristas deben estar viendo la manera más solapada de hacerlo. Y el tiempo se acorta. A GarcÃa Pérez le queda mes y dÃas de gobierno.
Aquà pues no pinta nada el hecho de que haya de por medio la sentencia de un delito de lesa humanidad y se omita la normativa vigente de la Corte Internacional de Derechos Humanos. Sólo serÃa cuestión de “formalizar†su estado de salud “sumamente delicado†y luego firmar unos papeles.
O en todo caso, lo más seguro es que luego de que ayer por la tarde, una junta de médicos del Instituto Nacional de Neoplásicas haya descartado que el reo Fujimori no tiene cáncer en la lengua, deben estar tramando, viendo la manera de fabricar una de sus mejores artimañas. Ya su profunda depresión y el haber bajado los 15 kilos puede ser parte del engranaje.
En este sentido, el APRA no ha renunciado a ese contubernio pactado con el fujimorismo el año 1990, cuando se aunaron a la sórdida campaña de Cambio 90 y el japonés Alberto Fujimori obtuvo la presidencia, quedando a la otra orilla, nuestro conspicuo Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa. Por el contrario, han crecido sus recÃprocas deudas y durante estos últimos años han venido caminando de la mano. Tanto es asà que Fujimori en lugar de estar en una prisión de máxima seguridad dirigió la campaña de su hija desde su espaciosa y cómoda cárcel.
Sus lÃderes, en este aspecto, se asemejan no por sus virtudes sino por sus taras. Y si de algo se viene salvando Alan GarcÃa es la de despertar con los barrotes enfrente. Están pendientes los crÃmenes cometidos en las cárceles de El Frontón y Santa Bárbara. Cientos de vidas, rehenes que fueron asesinados con fusiles, ametralladoras, lanzacohetes, bazucas, cañones de 81 milÃmetros, explosivo plástico y dinamita. Y también la matanza de 64 campesinos, entre ellos mujeres y niños, en los pueblos de Accomarca y Pucayacu. Los de Cayara: 29 muertos y 45 desaparecidos. Están pendientes sus delitos de Cohecho Pasivo, Colusión Ilegal y Negociación Incompatible y Enriquecimiento IlÃcito.
Vamos a ver más adelante cuál es la agenda de Ollanta Humala en cuanto a estos actos delictivos. Por el momento ha dicho en Uruguay que lo del indulto a Fujimori no está dentro de sus prioridades. Esperemos que el tiempo siga transcurriendo. Ver lo que pasa.
Por otro lado, GarcÃa ha dado indicios de su escandalosa generosidad al finalizar su primer gobierno, cuando el 9 de julio de 1990 para ser exacto, el lÃder del MRTA, VÃctor Polay Campos, amigo de antaño del presidente, fugó junto a 47 terroristas por un túnel construido desde fuera del penal de máxima seguridad Miguel Castro Castro.
Por lo visto, para Alan GarcÃa, el significado de seguridad tiene una acepción muy personal.
Foto: www.albertofujimori.com
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