Política

El analfabeto político

CONCIENCIA CRÍTICA   |   Miguel Ángel Huamán   |   Mayo 11, 2021

Hoy la polarización en torno a los dos candidatos para la segunda vuelta está imponiendo una atmósfera enrarecida de confrontación, que ha transitado del escenario de los medios periodísticos a los círculos de amigos y a los ámbitos familiares y domésticos. Toda conversación presencial o en redes (Facebook, Twitter, Messenger, Instagram, Youtube, etc.), adquiere progresivamente rasgos agresivos en defensa de la postura a favor o en contra de alguno de los dos aspirantes al sillón presidencial.

En palabras del gran dramaturgo y poeta alemán Bertolt Brecht, que da título a este artículo, nuestro mundo cercano parece haberse poblado de “analfabetos políticos”. Es decir, de personas que los cinco años previos a las elecciones presidenciales “no oyeron, no hablaron, no participaron de los acontecimientos políticos”. Con otras palabras, así como hay analfabetos funcionales (gente que sabe leer, pero que no ha leído un libro después de terminar el colegio), estamos ante personas que cada lustro, solo en las semanas previas al sufragio, opinan y defienden acaloradamente su postura, influida por lo general por las noticias e información que circula profusamente en medios oficiales y manejados por los grandes grupos económicos y de poder.

Durante los 1725 días anteriores no hablan ni se enteran de las decisiones políticas que les afectan. “No sabe del costo de la vida, del precio de la papa amarilla, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios”, desconoce “mayormente” â€”como dicen— que toda la vida cotidiana depende de decisiones que toma la clase política por la que votan cada cinco años. “El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política”, señala Brecht con gran acierto. 

Asimismo, repite como caja de resonancia la información falsa o noticias mentirosas (fake news) y cuando alguien le muestra el desmentido o demuestra su condición de manipulación tendenciosa, hace caso omiso y difunde otra parecida o semejante, así sucesivamente. Como nuestro poeta alemán indica: “No sabe que de su ignorancia política nace la prostitución (periodística que paga la mafia), el menor abandonado y empobrecidos, y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales”. ¡Qué buena predicción de Brecht, mejor que el vidente Hayimi!

Estos “analfabetos políticos”, sabihondos y charlatanes, carecen de formación y educación cívica básica sobre cuáles son y cómo funcionan los poderes en una democracia. Hablan por “sentido común” o, lo que es lo mismo, “de oídas”, no por haberlo leído, estudiado o discutido previamente con profesionales o especialistas. Por ello, terminan por avalar en la figura del líder carismático que apoyan al caudillismo, al paternalismo y al autoritarismo prepotente que son los grandes males que han puesto en crisis la viabilidad de nuestro proyecto nacional.

Asumir una supuesta conciencia crítica solo en elecciones no es suficiente. Se necesita una preocupación e interés constante en nuestra vida cotidiana y laboral sobre la situación social, económica y política del país. Además, dialogar y conversar con nuestros colegas, compañeros de trabajo, profesionales y familiares porque solo de esa manera será posible alcanzar la comprensión y solución de esos problemas más allá de juicios impresionistas y subjetividades soberbias.

El Perú está escindido en dos, con un congreso fragmentado y disperso, con la pandemia, la recesión y la contaminación el futuro está en la defensa de la nación ante probables medidas radicales, promover en esos casos la desobediencia civil democrática, pacífica y popular organizada. Aprendamos las lecciones del pueblo chileno antes y ahora del pueblo colombiano frente a la retórica de la derecha. Todo cuestionamiento para lograr su cometido tiene que ir acompañado de interés y participación. Es decir, no solo se trata de evaluar esporádicamente a la clase política en tiempos electorales, sino de asumir el ejercicio ciudadano de control integral como una práctica para superar los problemas del nuestro país. Necesitamos asumir y participar en política permanentemente, no solo en los meses electorales. Solo así lograremos salir adelante como nación.

Foto: Buho.pe

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