Política
El perro nos deja un Cristo copiado y a Puno ardiendo
| Omar Benel | Junio 27, 2011
Ya bien decÃa el sociólogo e historiador Nelson Manrique, el paÃs está ardiendo y nuestro presidente está jugando con su copia del Cristo de Corcovado.
En Puno una nueva protesta ya deja cinco muertos, mientras otra en Huancavelica dejó tres, entre ellos un menor de edad. Lo irónico de las protestas es que prácticamente estas tienen que ver con los poderes que controlan el paÃs desde Lima.
La de Huancavelica tiene que ver con la ineptitud y el populismo de dos congresistas que representan a esa región. Los dos ‘genios’ no tuvieron mejor idea que crear una universidad con los fondos que ya pertenecÃan a otra universidad más antigua. Las reacciones no se hicieron esperar y ya vemos sus consecuencias.
Mientras la de Puno es porque el Gobierno no ha resuelto las demandas ni ha dialogado con los comuneros e indÃgenas que rechazan toda actividad minera en su región. Lo que se ve ahora son las consecuencias de lo que es la falta de conexión entre Lima y el resto del paÃs.
Salvo la limeñizada costa norte del paÃs y el sur chico, el resto de la nación no se encuentra en la misma frecuencia que Lima. No sintonizan, no se encuentran, no simpatizan. Y una muestra de eso es el saliente gobierno de Alan GarcÃa. Comenzó con su famosa filosofÃa del ‘Perro del hortelano’ y se va con un saldo mayor de 100 personas muertas en el marco de conflictos sociales. Se va con su triunfalismo de ‘El Perú avanza’ y nos deja con Puno ardiendo en llamas. Se va con el crecimiento económico y nos deja a un 70% de peruanos deseando un cambio en el modelo económico.
Y para rematar nos deja con un ¨sueño personal¨ que es nada más y nada menos que el sÃmbolo de la prepotencia con la que se desenvolvió su Gobierno. Una estatua que es una copia barata de otra, cuya gestión se hizo entre gallos y media noche —resulta que Castañeda sabÃa y no dijo nada—, que costarÃa mucho menos de lo que se reportó (y encerrarÃa favores económicos), y que se impone sin consultar a las autoridades pertinentes: actual Municipalidad de Lima, Autoridad Autónoma de la Costa Verde y al Colegio de Arquitectos. Es decir, este pobre Cristo es la prueba de que Alan GarcÃa se zurra en todos nosotros y hace lo que él cree que se debe hacer, lo que se le da la gana (http://www.elmundo.es/america/2011/06/14/noticias/1308010586.html).
Por eso es claro que GarcÃa no se ha modernizado. Sigue siendo el polÃtico tradicional que nos llevó a la bancarrota. Es un polÃtico que huele a formol. Ya la polÃtica cambió señor presidente. Ya el pueblo se cansó de discursos grandilocuentes, de gigantescas estatuas, de toda la pompa. La gente quiere soluciones concretas para problemas concretos. Y mucho, pero mucho diálogo. Porque algo que nace de algo bien conversado y pactado con el pueblo tendrá cimientos más fuertes que una imposición.
Allà está Puno como muestra y también el sangriento ‘Baguazo’. Si se hubiera aprobado la ley de consulta previa a los pueblos indÃgenas reconocida en el convenio 169 de la OIT quizá no estarÃamos hablando de muertos ni de conflictos. A mà no me cabe en la cabeza que por ejemplo saquen minerales o petróleo de Miraflores, San Isidro o La Molina sin consultarle a los vecinos. Entonces por qué deberÃa pasar en Puno o Cusco.
La violencia en Puno es inaceptable, pero no se puede negar que este conflicto —como otros— tiene un origen polÃtico de meses atrás. Ahora el Gobierno suspendió el proyecto minero Santa Ana y la minera canadiense ya anunció que tomará acciones legales. Es decir todos pierden. No hay proyecto, no hay impuestos, no hay dinero. Y hay violencia, muertos y un gobierno que cede y que muestra debilidad.
Ahora entra Humala y sale GarcÃa dejando este regalito. ¿Qué hará el presidente electo? Una vez vi a Humala decir en una entrevista que él podÃa reducir los conflictos sociales a su mÃnima expresión. Eso, si no es un exceso de entusiasmo parece magia. Pero al menos, lo que se espera es que pacifique al paÃs. Esa es la opción por la que votaron los peruanos. Seguir creciendo en paz, sin corrupción —o al menos con mucho menos— y con mayor distribución.
Foto: presidencia.gob.pe
Compartir en
Comentarios
Déjanos un comentario
Visita mas contenido
Da clic Aquí para que revise otras publicaciones sobre Política