Política

Los últimos cálculos políticos de Alan García

El líder aprista dejó el poder dando muestras de su astucia. Evitó ser parte del circo que se vivió en la asunción de Ollanta Humala como presidente. Los fujimoristas desataron su cólera porque los nacionalistas juraron por la constitución de 1979.

La columna del director   |   Gerardo Carrillo   |   Julio 28, 2011


En la última semana frente a la presidencia del país, Alan García exhibió toda su habilidad para los cálculos políticos. 

Uno, en su último mensaje a la Nación se despidió pidiendo perdón a quienes ofendió y perdonando a quienes lo ofendieron. 

Dos, demostró que su inasistencia al cambio de mando fue acertada, evitó recibir insultos seguros en el vergonzoso ambiente que se generó en Palacio de Gobierno.


Empecemos con sus palabras sobre el perdón. ¿Cómo creer en la pureza de sus palabras y de sus actos? En política nadie da puntada sin hilo. Y él lo ha demostrado al ser capaz incluso de involucrar a Cristo para que no lo olviden, por un fin político y para satisfacer â€”en parte— a ese famoso "ego colosal" que durante los últimos cinco años sicólogos, analistas y peruanos percibimos en sus mesiánicas presentaciones, y que el embajador de EE.UU detalló en aquel famoso informe secreto que filtró Wikileaks. 

Recordemos que donó 100 mil soles para la construcción de la copia del Cristo de Corcovado en el morro de Chorrillos, cuando definitivamente hubieran sido más útiles en Ica o en todos esos pueblos que solo recibieron su indiferencia. Muchas zonas de Pisco siguen destruidas desde el terremoto del 15 de agosto de 2007. Es cierto que la mayor parte del financiamiento de la obra la hizo Odebrecht, pero tampoco la empresa lo hizo por un acto de fe. Pocos días después de que Alan anunciara la construcción del monumento, la transnacional brasilera â€”que también ejecuta el Proyecto Olmos— ganó una licitación más.  

Según denunciaron diversos medios periodísticos, Odebrecht donó 833 mil dólares para Cristo y recibió el milagro de construir el tramo 2 del tren eléctrico de Lima, a pesar de las denuncias de otros consorcios concursantes de irregularidades en la calificación de las propuestas técnicas. Esto comprueba que el Cristo copiado no fue una muestra de amor al Señor; fue agradecimiento por los 170 millones de soles que Odebrecht facturó entre 2006 y 2011 en nuestro país.

Si Alan habló de perdón no fue más que pura estrategia política, para dejar en la foto final a un hombre sabio, que comprende y practica esa cualidad casi divina. Y para que le ayude en algo cuando Toledo â€”resentido con Alan desde las elecciones— aproveche su alianza con Ollanta y lo denuncie por cuanto faenón esté involucrado. Esos que con alucinantes historias, como la de los `pishtacos´, trató de ocultar durante los últimos cinco años. Es seguro que si lo denuncian Alan apelará al perdón o a alguna enfermedad para obtener un indulto. A lo Crousillat o Fujimori. 

Sobre la emboscada de nacionalistas y toledistas que olfateaba, después de observar el ambiente caótico que se generó el 28 en Palacio de Gobierno, de todas maneras Alan hubiera soportado pifias o insultos no solo de las bancadas oficialistas. Definitivamente intuir ese caos demuestra su superlativa astucia política. Sin embargo, hubiera valido la pena soportar cualquier exabrupto por reafirmar su apoyo al nuevo presidente, especialmente si con el acto reafirmaba a la democracia. Así esta democracia esté compuesta por un congreso vergonzoso, intolerante, inmaduro y nada diplomático como el que observamos en fiestas patrias, y que, por lo visto, promete repetir el circo durante los próximos cinco años.

Pero en el chongo de la semana pasada, y frente a varios presidentes extranjeros, los fujimoristas y Martha Chávez brillaron más que la tecnocumbia, los cómicos ambulantes y Laura Bozzo en la dictadura de los 90. Todo porque Ollanta y sus vicepresidentes decidieron desconocer la constitución de 1993, la de Fujimori, y juraron por la de 1979, la de Haya de la Torre. 

Resulta irónico que aquella mañana se reivindicara la constitución del fundador del Partido Aprista, y Alan no haya atestiguado ese momento histórico para su maestro. A lo mejor fue lo único que no calculó.

 

Foto: www.presidencia.gob.pe

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