Política

Partidos peligrosamente repartidos

Los partidos políticos son también responsables de los escándalos que generan los congresistas que eligen para representarlos. Es evidente que no existe un control eficiente para presentar a los candidatos más idóneos a los diferentes cargos públicos. Su informalidad es un atentado contra la democracia.

La columna del director   |   Gerardo Carrillo   |   Octubre 24, 2011


La actual crisis del Congreso demuestra la informalidad e inmadurez de los partidos políticos para dirigir los rumbos de nuestro país. Demuestra cuánto daño ocasionan a nuestra endeble democracia las malas decisiones de sus integrantes. La selección y elección de sus postulantes a los diferentes cargos públicos, desde hace varios gobiernos, es una vergüenza. Y es increíble cómo en el actual periodo han sido capaces de nutrir el ya robusto prontuario del Congreso con nada menos que investigados por delitos ambientales, lavado de activos, extracción ilegal, contrabando y una variada carta de delitos. No fue entonces suficiente lección para los partidos los delictivos congresos anteriores que conformaron, han demostrado que pueden producir peores representantes, que los peruanos más calificados definitivamente no pertenecen a sus filas, salvo contadas excepciones.


La crisis demuestra que las elecciones internas de los partidos políticos se realizan sin un verdadero sentido social y patriótico, que los postulantes a cargos públicos son el resultado de muchos arreglos, el resultado de los miles de dólares que tienen algunos empresarios para aportar a los fondos de un partido y con esto comprar su candidatura, o el resultado de la constante inmadurez y conveniencia de los partidarios (¡qué patriotas!) para elegir a sus representantes.

El mismo presidente del Jurado Nacional de Elecciones, Hugo Sivina, ha deslindado la responsabilidad que también recae sobre el organismo electoral al manifestar que "el primer filtro para una eficaz selección de candidatos la realizan las organizaciones políticas". Además, justificó la cuestionada participación del Jurado al revelar que no cuenta con las herramientas necesarias para investigar rigurosamente a los candidatos al Congreso, gobiernos regionales y alcaldías.

Y es verdad, los filtros más rigurosos los deberían realizar los partidos políticos. Se supone que su fin es servir al desarrollo del país con buenos gobiernos, que han nacido para preservar la democracia, y por lo tanto deben esforzarse para que sus representantes tengan los méritos y capacidades suficientes y se destaquen por su respeto a la ley, y no por sus antecedentes policiales, procesos judiciales o por sus faltas cuando son autoridades, como atestiguamos en los últimos gobiernos y en el presente. Justamente el actual vicepresidente de la república y congresista, Omar Chehade, es el que les ha robado el show a los congresistas `Comeoro´ y `Robacable´ por supuestamente favorecer intereses de algunos grupos económicos, como el chileno Grupo Wong o el consorcio brasilero Andrade Gutierrez, y por lo que esta semana deberá brindar sus descargos ante la Comisión de Ética del Congreso (incluso varios congresistas ya piden su renuncia). Aquí es necesario recordar que una denuncia o una investigación a cualquier congresista, como a un ciudadano, no significa culpabilidad, al menos hasta que se demuestre. 

Pero lo que es incuestionable es que los partidos políticos eligen a sus candidatos al Congreso. Por lo tanto sus líderes, comités de ética, y partidarios (con su voto en las elecciones internas) también son responsables de los actos de quienes ellos postulan a cargos públicos. Un delincuente de saco no puede representar a un partido y gobernar al Perú. Incluso hasta los partidarios deberían pasar filtros del partido. ¡Cuántos dejarían de asistir a los locales políticos y asociarse para obtener el apoyo del candidato de su conveniencia!

Son los mayores culpables de que el peatón de estos días (y más de un Humala) consideren una medida radical: el cierre del hemiciclo. Definitivamente, la informalidad de los partidos políticos y sus representantes deja a la democracia frente a una situación seductora para cualquier presidente que esconda una vena autoritaria. Y ellos no han nacido para desestabilizar al país ni para propiciar dictaduras. 

 

Foto: congreso.gob.pe

Compartir en

Facebook   Twitter   WhatsApp

269 Vistas    

Comentarios

0 comentarios

Déjanos un comentario

Visita mas contenido

Da clic Aquí para que revise otras publicaciones sobre Política