Política
El *Buen Pastor y los doce apóstoles
MÃnimas necesarias, por Alex Neira | Alex Neira | Enero 19, 2012
Como era de esperarse se han escuchado los ruegos del pueblo peruano. Nuestro santo varón: el inmaculado y bendito Chehade —gracias a la influencia de la opinión pública que tanto lo ha apoyado, sin olvidar también a los diversos analistas polÃticos— se encuentra sin acusación constitucional. Ahora podemos decir que el Perú polÃticamente ha vuelto a impulsarse, discurrimos en la mejor dirección, y viento en popa gracias a Dios.
¡Padre misericordioso!, quizá nunca antes habÃa habido un acusado de estas caracterÃsticas con tanta aceptación, admiración y autenticidad; habrÃa sido la mayor de las injusticias, la más grande de las calamidades, el abuso de ingente envergadura, presentar una acusación constitucional en contra de este pedazo de pan, y encima por esa dizque Subcomisión de Acusaciones Constitucionales. La mano divina del todopoderoso, oh sÃ, ha estado moviendo los hilos. Una vez más ha mandado al redentor.
El Buen Pastor apareció para iluminar con su voto el reino de nuestro señor, o sea nuestro Perú. El Buen Pastor con esa su peculiar imparcialidad ha demostrado que pese a tanto descendiente de Luzbel finalmente el bien prevalece. La verdad ha triunfado ahora cuando más se necesita credibilidad en nuestra gente. Gracias a su repentina aparición hoy los peruanos confiamos más en las leyes, en la equidad, en la justicia.
Respecto a esa luciferina congresista, la tal Marisol Pérez Tello, sin lugar a dudas arderá en el infierno. Qué mujer ah, manifestar que no ha visto en el discurso del injustamente denunciado «propósito de enmienda», como si fuera un vulgar pecador ¡por Dios qué descaro! ¿Cómo iba a reconocer su culpa el inmaculado Chehade, cómo iba a aceptar siquiera un error, en qué cabeza cabe la posibilidad de haberse arrepentido de sus actos si es de lo más honorable y consecuente reunirse con tres generales en un restaurante para conversar de fútbol y otras zarandajas?
¿Quién dice que una legalidad puede ser a la vez ilegÃtima? Legalmente no se le ha podido probar nada al angelito Omar Chehade, y por añadidura es igualmente legÃtimo que siga coleando —perdón, quise decir volando—. Es que la población, el paÃs entero es idiota o qué. El Buen Pastor felizmente, con la bendición del AltÃsimo, ha venido a rescatarlo y de pasadita rescatarnos a los peruanos en general. A librarnos de la oscuridad y los malos pensamientos. Sà pues, es que una inhabilitación por cinco años va bastante más allá del código penal, que especifica ser de dos; en consecuencia lo justo era librarlo de polvo y paja, ¿sà o no?
Por otra parte, si el Buen Pastor hubiera aprobado la acusación —como lo han hechos los de su bancada dicho sea de paso— al final no habrÃa sido fructÃfero pues en el pleno del Congreso se habrÃan requerido 68 votos, los cuales obviamente la oposición nunca hubiese estado en capacidad de conseguir. Entonces, ¿para qué proponer otra solución? ¿Sà o no que ya no habÃa otra salida? Además diálogo no ha existido, deseos de convencer por medio de la persuasión ni atisbos, ahà está la grabación. Vamos, nadie de los acusadores ha votado por decisión personal sino grupal, mil veces al pobre Chehade librarlo de cualquier daño, ¿es o no es?
Los doce apóstoles tuvieron que votar en bloque. En conjunto. Por sistema. Cómo dialogar con esas almas perdidas, corruptas, infectas de gollerÃas y ayayerismos. «Dios nos libre —asà sea». Efectivamente, no hubo diálogo pero más que nada porque ellos, los acusadores, no quisieron dialogar sino negociar, como si el parlamento fuera para eso, como si el pueblo hubiera votado por ellos para en lugar de intercambiarse razones e ideas en beneficio del paÃs prevaleciera el «¿Qué me das para que yo te dé?, o, ¡si me perjudicas yo te perjudicaré!» Acusadores de corazones negros como el carbón.
El Buen Pastor y sus doce apóstoles pretendÃan convencer con argumentos, por la luz de la razón, de la lógica, del sentido del deber, cada uno desde su intimidad llegó a la misma conclusión, luego de cavilar horas de horas, de ponerse la mano en el pecho. Nada de secretismos, corruptelas, inoculaciones, conculcaciones, bulos, sectarismos, o intervencionismos; ¡si es más claro y divino que el agua bendita!, ay acusadores crueles que dudaron de su buena fe: de ustedes será el reino del ardor eterno. La historia asimismo los pondrá en su lugar.
Si el corderito Chehade renunció a su cargo de segundo vicepresidente justo a minutos de cuando se reunirÃa la Comisión Permanente del Congreso, habiendo jurado que jamás lo harÃa debido a que era inocente, por supuesto no fue por intentar conservar su corona de congresista, ¡mentes sucias, impÃas, demonios! Hasta un subnormal sabrÃa que el telón de fondo fue pura casualidad, ¿es que acaso la casualidad no es el seudónimo de nuestro padre celestial cuando no firma personalmente? ¡Malditos heraldos del pecado mortal, ángeles caÃdos sin posibilidad de redención! Felizmente no se salieron con la suya.
Por lo demás, acabo de adquirir una bolsa de velitas rojas para el nuevo redentor. Desde ahora todas las noches se deberÃa concederle algunas oraciones, ciertamente invoco a la sociedad en general siga mis pasos. Llamémosle «San Yehude», porque este señor es un santo, un santo hijo de Dios, ¡si no su reencarnación como la mayor parte del tiempo me pasa por la cabeza! ¿Es que no lo han escuchado hablar? DeberÃamos hincarnos a sus pies por esa denodada energÃa por rebuscar la paz y la justicia, por reforzar los cimientos tan carcomidos de la polÃtica peruana, por sacrificar hasta el pellejo porque no prevalezca más la impunidad.
*Nota al pie: El Buen Pastor, atributo que se da a Cristo, tomado de sus palabras: Ego sum pastor bonus.
Foto: imagen recortada de una página de elcomercio.pe
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