Política

¿Tan difícil es caminar y votar derecho?

El Congreso archiva  la investigación a Omar Chehade y deja dudas, interrogantes, conclusiones y algunas frases para el recuerdo. Lo que sí queda claro luego de la actuación del Parlamento es que aún es y será difícil caminar derecho. 


La columna del director   |   Gerardo Carrillo   |   Enero 20, 2012


Hizo lo que quiso: jodió políticamente la gestión de Humala (de ahí el apelativo `Chejode´), no dio el paso al costado que el presidente y líder nacionalista le solicitó públicamente, aseguró que no renunciaría porque era inocente (entonces por qué diablos lo hizo ahora… ah, claro, para quedarse con un cargo que le ofrece cierta impunidad), tenía resguardo policial a lo rockstar y asistía a reuniones de Gana Perú cuando se suponía lo habían suspendido mientras durasen las investigaciones. 

Cuando vio la posibilidad de quedarse sin soga ni cabra, y después de 72 días de mantener en zozobra al gobierno, presentó su renuncia.


Estrategia: el sagaz exabogado de la pareja presidencial, Omar Chehade, presenta su renuncia el lunes, un día antes de la votación que definirá si lo acusan constitucionalmente y se debate en el pleno del Congreso con la posibilidad del desafuero. Sacrifica el cargo de vicepresidente de la República para “ganarle el corazón” a su bancada y a parlamentarios de otros partidos (y sobre todo, a los `más justos´) y quedarse con el cargo de congresista. ¿No fue clara su intención? ¿Renunciar un día antes del juicio final es un acto tan puro, tan justo, tan cristiano como para merecer el perdón y voto de nuestro congresista samaritano? 


¿Lucha contra la corrupción?: toda la bancada de Gana Perú (Partido Nacionalista) que asistió a la votación, TODA, votó en contra de la acusación constitucional. ¿Es malicioso decir que votaron en bloque? ¿Todos estos votos fueron tan a conciencia como el de Yehude? Además, no dar opción de que se debata a fondo en el pleno del Congreso no es un gesto de lucha contra cualquier indicio de corrupción. La sensación que dejan las acciones del gobierno y los oficialistas no es la de una Gran Transformación. Que Antauro salga de la cárcel, visite a sus padres y reciba amigas tampoco lo demuestra, y no se diferencia de los paseos de los Crousillat o de Alberto Químper. La verdad es que esto parece más de lo mismo con floro nacionalista.


Yehude, Yehude: apareció con el cambio de ritmo de Maradona y con la mano de Dios para poner justicia en el marcador. No consideró la opinión de la mayoría de peruanos (casi 80% pedía la renuncia, pero hace dos meses), ni la de la Subcomisión de Acusaciones, ni la de sus compañeros de bancada y aportó al definitivo 13 a 12 (¿así se devuelve la decencia al Congreso?). Esto ha generado que su colega Marisol Pérez le proponga vestir la camiseta de su preferencia, quizás una oficial. A lo que Yehude respondió: “Yo no necesito evaluaciones, fácilmente mando mi carta, les agradezco y seré una bancada de uno”. Y a pesar de también haber asegurado que no pertenecerá al gobierno, ayuda a archivar un caso muy incómodo a los oficialistas, pertenece a la Mesa Directiva del Congreso —que la dirige a veces a su antojo el oficialista Daniel Abugattás—, y votó por Humala en la definición con Keiko (quizás por su rivalidad con los fujimoristas —que votaron en contra de Chehade— no estuvo de ese lado). 

Quizás también lo que él entiende como amor al Perú y apoyo al gobierno de turno (lo hizo con Toledo, fue primer ministro de Alan, y ahora apoya a Humala), algunos de sus simpatizantes y antiguos seguidores lo interpretan como los movimientos de un `comodín´, de alguien que busca sobrevivir en la política gracias a alianzas. Y recordemos que llegó al Congreso gracias a la Alianza por el Gran Cambio, como Partido Humanista no lo hubiera logrado (ver http://www.locheros.com/politica/id/10/el-sueno-postergado-de-yehude-simon).


A la fiscalía ja, ja: a pesar de que para el ministro de Justicia, Juan Jiménez, el Caso Chehade está cerrado y debemos “pasar la página”, mirar hacia el desarrollo (como si juzgar actos o delitos del pasado o el presente no ayudaran a eso),  a pesar de ese oportuno y consciente pedido, el congresista Yehude Simon sugirió que la fiscalía continuara con las investigaciones (¿entonces por qué no dejó que se debata en el pleno?). El Congreso también ya envió al fiscal de la Nación todo lo actuado sobre la investigación para que resuelva “conforme a sus atribuciones constitucionales”. De continuar la fiscalía con el caso, ¿logrará interrogar al hermano y al amigo de Omar Chehade, quienes nunca asistieron al Congreso?


Las frases: “Tan difícil es caminar derecho” (Nadine Heredia),  â€œNunca se tocó el tema Andahuasi… la mentira del general Arteta quedará grabada en los anales de la historia. Jamás se tocó ese tema” (Chehade), “Haría bien en dar un paso al costado” (Ollanta Humala), “La gente me apoya en las calles y se toma fotos conmigo” (Omar Chehade), “Chehade pasará a los anales de la historia como el muñeco de Año Nuevo más vendido” (kenyi Fujimori), “Yo nunca he dicho que se haya tratado el tema Andahuasi. Yo he dicho que nunca se tocó el tema de Andahuasi como pedido de desalojo, como solicitud de orden de desalojo; fue tratado de manera tangencial y rápida” (Omar Chehade). “He sido fiel a lo que creo justo, mi conciencia me obliga a actuar según mis convicciones cristianas” (Yehude Simon).


Bonus track: Si después de la renuncia de Chehade, el Congreso estaba frente a un nuevo escenario, habría sido bueno tener en cuenta esa frase que el jurista Enrique Bernales recordó hace unos días en El Comercio: En derecho, cuando se presenta una situación nueva, no prevista en el caso, y que arriesga el caso, es mejor esperar.

 

Foto: congreso.gob.pe

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