Un día como hoy Alberto Fujimori dio el famoso autogolpe y después de hacer una evaluación de la década fujimorista el saldo es más negativo que positivo. En lo político fue muy negativo. Al dar un autogolpe Fujimori se convirtió en sí mismo en un autócrata y no le quedó otra que perpetuarse en el poder y eso llevó a hacer lo que fuera por cumplir ese objetivo. De allí que junto a su hermano siamés Vladimiro Montesinos empezarán a comprar políticos, a dueños de canales de televisión –los vladivideos de Kouri, Shutlz, Crousillat y tantos otros son una prueba de ello–, y a intimidar, espiar y difamar a los opositores del régimen. El fujimorismo instituyó los métodos sucios como una práctica normal de la sociedad. 

Recuerdo caminar a fines de los noventa por las calles de Lima y ver los quioscos llenos de tabloides nuevos como La Chuchi, El Chino, El Men, todos repletos de mentiras y de brutalidad. Esos periódicos y la prensa en general daban asco. Y lo peor es que ahora vemos a algunos de esos periodistas reciclados como si no pasará nada.

En el lado económico tampoco mejoró la cosa para la gran mayoría. En el libro `Las desigualdades en el Perú´ del Instituto de Estudios Peruanos se explica muy claramente que durante el Fujimorato la desigualdad aumentó. Es decir, el rico se hizo más rico y el pobre más pobre. Además, las condiciones laborales se volvieron más precarias y eso aún se sigue manteniendo. Para darles una muestra, yo trabajé tres años en una canal de televisión –ya después del año 2000– sin estar en planilla. Tenía un horario fijo y a pesar de eso no tenía vacaciones, ni seguro médico, ni de accidentes de trabajo, ni CTS, ni gratificaciones. Las únicas vacaciones que me tomé en tres años fueron 15 días y sin paga. Eso tiene que cambiar. Los empresarios se aprovechan de las leyes y siguen exprimiendo a los trabajadores.

La pobreza tampoco descendió. Para al fin del régimen fujimorista la pobreza seguía afectando a más de la mitad de la población. La pobreza disminuyó a pasos agigantados en la década del 2000, es decir en democracia, frágil es verdad, pero democracia al fin. 

Fujimori también nos heredó el caos en el transporte porque creó el marco jurídico para que cualquiera que tenga una combi se ponga de transportista público. La consecuencia fue el desorden, la informalidad, las combis asesinas y piratas, la muerte, la degradación del ser humano debido al pésimo servicio. La televisión se volvió una verdadera basura con ‘talk shows’ que apoyaban abiertamente al régimen y que denigraban a las personas por unos cuantos soles. Y si eso no fuera suficiente, mostraron una pésima imagen del país en el exterior. 

La captura de Abimael Guzmán por cierto se la debemos al GEIN que se creó en los 80 y que actuó de una manera casi autónoma. Eso debilitó a Sendero Luminoso y ahí sí el Gobierno aprovechó las circunstancias para acabar con lo que quedaba. En general, para mí al menos el saldo es negativo. Como dijo Julio Cotler, el Fujimorismo representa lo más repulsivo del país y la madre del Fujimorismo es el 5 de abril.