Muchas veces los periodistas no hacen las preguntas más idóneas y no tienen una reacción acorde al problema. Eso fue lo que observó hoy nuestro columnista en la conferencia de prensa del Ministerio de Educación sobre la huelga del Sutep.

Sinceramente, si ese es el nivel de solidaridad que hay en nuestra sociedad estamos más que jodidos. ¡¿Acaso estos periodistuchos no saben que la huelga es un derecho?! ¿Acaso no saben que los maestros ganan apenas 600 soles al mes? ¿Una familia puede vivir con 600 soles al mes? 

Lo irónico es que el mismo periodista gana una miseria y su jefe, el director del medio, gana 10 veces lo que gana él. Y estoy casi seguro que la mayoría de los periodistas allí presentes no están en planilla, y su situación es más parecida a la de los maestros en huelga, que a la de sus jefes ansiosos de ver encarcelados a los maestros por ejercer su derecho de huelga.  

Los periodistas hacen preguntas como si ganaran 10 mil soles al mes y tuvieran todos los beneficios de ley. No son capaces de ver a los maestros como un espejo suyo. O como un problema nacional que hay que solucionar. No, los periodistuchos exigen que rueden cabezas, exigen denuncias penales y hasta descuentos de salarios. 

Desde que soy niño he visto cómo los medios atacan a los maestros que hacen huelga. Lo que nunca he visto es un reportaje de profundidad sobre la realidad de los maestros: ¿cuánto ganan?, ¿en dónde viven?, ¿cómo viven?, ¿reciben capacitación?, ¿tienen beneficios?, ¿pueden ganar más con los años?, pero no. Todo es ataque tras ataque. 

¿Cuándo los periodistas tendrán los huevos de usar la cabeza y pensar por su propia cuenta y hacer sus propias preguntas? A alguien en esa rueda de prensa se le ocurrió preguntar, ¿cuál es el sueldo base de los maestros? Estoy seguro que no, sino no harían esas preguntas tan estúpidas. 

La situación de los maestros de los colegios públicos es como es por una sencilla razón. Los hijos de las élites políticas, económicas y sociales del país van a escuelas privadas. Por lo tanto, los que van a la escuela pública que se jodan. Así tienen mano de obra barata, servicio doméstico barato y pueden mantener sus diferencias de clase. Así ha sido siempre y así será si la sociedad lo permite.

 

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