La suspensión del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) a Roberto Torres Gonzáles,  ahora ex alcalde de Chiclayo, es una prueba de no solo la efectividad de la verdadera justicia, sino también de la presión que pueden ejercer los medios de comunicación, autoridades y comunidad en general, quienes con indignación salieron hasta el último momento a expresar su disconformidad a hechos despreciables y de burla por parte del que era el máximo representante edil.

Hoy, permítanme sonreír, pero no me burlaré de la desgracia personal del ex burgomaestre (qué bien se siente decirlo), sino de esas poses desafiantes y sus absurdas actitudes de arrogancia. Sí, ahora es un ciudadano más con “roches y anticuchos”, y tiene que responder a quienes lo eligieron y defendieron como líder del movimiento Manos Limpias hasta su caída.

Escribo con alegría, beneplácito y a la vez con angustia. Si hasta hace unos meses me preguntaba ¿qué será de Chiclayo?, ahora me pregunto lo mismo. Es grato saber lo efectiva que pueden ser las autoridades judiciales cuando se lo proponen. Es importante reconocer la acertada decisión de la jueza Yolanda Gil Ludeña, quien desaprobó las medidas cautelares del cuestionado magistrado Óscar Tenorio.

La complicidad de los medios con la justicia fue importante para alcanzar esta victoria contra la mala costumbre de los políticos de hacer lo que les viene en gana. Felicito a los medios, ellos fueron la resistencia constante y los ojos para evitar actos irregulares. Estoy segura que muchos de los jóvenes que siguieron con libretas, grabadoras, y cámaras en mano cada etapa del proceso, hoy reafirman su compromiso con el periodismo. Así es señores, la unión hace la fuerza y si nos lo proponemos podemos hacer de esta carrera la más noble y hermosa de las profesiones y contribuir al desarrollo de nuestra comunidad.

Ahora, con el panorama más claro sabemos que quien sucederá al anterior burgomaestre será la teniente alcalde Elizabeth Montenegro. La primera alcaldesa en la historia de Chiclayo tendrá más de una presión. En adelante, cargará un saco lleno de esperanzas y de reclamos. Y aún sabiendo que fue invitada por Manos Limpias, espero haga lo mejor posible en el tiempo que estará al mando de la ciudad. 

He dicho siempre que una mujer puede hacer bien lo que se propone. Pero una mujer consciente, decidida, llena de convicción y dispuesta a no cargar los pecados de otros. No sé hasta qué punto ella realice la purga laboral tan anunciada y resuelva tantos problemas heredados por el antecesor. O si será capaz de denunciar todos los casos de corrupción que existan. No solo bastan las buenas intenciones o las promesas, necesitamos resultados. Y para alcanzar cada objetivo deberá ser astuta y saber a quién elegir. Que convoque a los mejores profesionales de la ciudad. Existen muchos en distintas disciplinas.

Por otro lado, es preocupante y lamentable ver a Chiclayo en problemas hasta la fecha por una mala elección. Debemos dejar de ser tan ingenuos y creer en las falsas promesas. Necesitamos gente preparada, con visión y realista. No podemos pecar con alternativas clásicas y llenas de ambición. Ni creer que cualquier empresario con mucho dinero y con poca educación es la solución. Solo miren la ciudad.