¿Qué es la poesía?

Es el latido de una roca. Escalofrío que recorre las ramas de los árboles. Deliquio nocturno. Pero aparte de ti, ¿a quién más le interesa saber lo qué es la poesía? Dediquemos el tiempo a disfrutarla.  

¿Quién es un poeta?

Un ave en extinción. Humm, aunque te diré algo sobre esta palabra. No me gusta.  Está prostituida. Sin embargo es inevitable que te llamen de ese modo. Pero prefiero que me llamen por mi nombre o digan, “estos son los poemas de tal”. Se ha vuelto costumbre que al momento de presentarte a alguien digan te presento al poeta zutano como si tuviera un titulo nobiliario, un cargo político o fuera un rockstar. Allá quienes crean eso.      

¿Quién eres tú?

No lo sé. Y tampoco me quita el sueño saberlo. El hecho de buscarse y tratar de saber quien es uno es infructuoso. Pero fácil te podría decir como Ulises: yo soy Nadie. Pero terminarías tuerto y yo naufragando en los reinos de Poseidón.     

¿En qué momento del día prefieres escribir?

Escribo preferiblemente en la madrugada. A esas horas las ideas toman cuerpo, platican, se escuchan. Se convierten en fantasmas a los cuales hay que cazar sin temor, sin prisa.  

¿Cómo describirías a tu poesía?

Ni siquiera lo he intentado. Sólo sé  que está allí, deambulando en silencio.

¿Qué es lo que más sueles observar?

Me gusta observar desde la callada piedra hasta el impetuoso trajinar de una ola. Descubrir a un ave en algún parque o jardín. Contemplar el cielo y aspirarlo, sentirlo en tu pecho. Y ni que decir, también suelo observar a la gente, a mis congéneres, aunque debo hacerlo con sigilo, sin que se den cuenta. Tener unos ojos perspicaces enfrente los atemoriza, sienten pavor.      

¿En qué piensas constantemente?

En nada, prefiero no pensar en nada. Aunque es difícil.

¿A qué le temes? ¿Le temes a la muerte?

He tenido varios temores. Entre ellos el de la muerte. Cuando era pequeño lloraba al escuchar hablar sobre el juicio final. No quería morir tempranamente. No quería que ese mundo pequeñito termine quemándose. Sin embargo, con el paso de los años vine a darme cuenta que el juicio final fue una historia de terror. Y que incluso al cuco lo asustabas cuando no creías en él. Ahora bien, si hay algo que le tema hoy en día podría ser al dolor. Me resulta demasiado agobiante el hecho de sentir dolor. Tanto física como espiritualmente.     

¿Crees en Dios o en alguna fuerza superior creadora?

Creo en la existencia de todo lo que nos rodea. Todo lo que mis ojos ven. Y claro que hay fuerzas superiores. La tierra lo es. Y también el mar. Tanto es su fuerza que hay terremotos y tsunamis. Pero si de creer en un dios cristiano, en un Yahvé, pues no, no creo.    

¿Crees en la resurrección, la reencarnación o en cualquier otra forma de continuar tu existencia después de esta vida? 

Me conformo con pensar en esta vida y no en otra.  

¿Quiénes son tus influencias?

No sabría decirte con exactitud. 

¿Quiénes son tus escritores y filósofos favoritos?

Pues los mismos de siempre: Baudelaire, Whitman, Poe, Wilde, Thoreau, Kierkegaard, Niesztche, Unamuno, entre otros.    

¿Y a quiénes prefieres en música, cine, pintura u otra arte?

En cine me gustan películas de Orson Wells, Truffaut, Kazan, Polanski, las Bertolucci, Tim Burton, Quentin Tarantino y las de mi tocayo Kubrick. En el cine encuentras otro placer, otra lectura. Y no soy tan selectivo. Sólo trato de disfrutar cada peli. ¿Pintura? Hasta hoy se me han quedado grabadas las imágenes tremendas de El Bosco. De igual modo no puedo olvidar la impresión que me causó Chagall y  el mismo Bacon. En cuanto a la música, esta depende mucho de mi estado de ánimo. Por lo general prefiero el silencio.    

¿A quiénes lees actualmente?

Estoy leyendo EL Paraíso perdido de Milton, en una edición interesante, antigua, con prólogo de Taine. y junto a ello una antología de poesía estadounidense en la que se encuentra Wallace Stevens y Robert Frost.  

¿A quiénes relees?

A los autores que señalé anteriormente. Ah, y también a autores clásicos, ¿no?  

¿Quiénes son los mejores poetas y escritores en la historia de Lambayeque?

¿Los mejores? Humm, yo te podría mencionar en todo caso a los que considero los más trascendentes. Definitivamente son José Eufemio Lora y Lora, Juan José Lora y Juan Ramírez Ruiz.

¿Cuál es el nivel actual de la poesía local?

Sin lugar a dudas hay jóvenes que tienen una valía indiscutible. De los que he podido leer destacan Rosakebia Estela, César Boyd y Cromwell Castillo. Hace poco también he leído a Silvana Reyes, textos realmente interesantes. Pero bueno, dejemos que los años marquen la pauta.   

¿Qué opinas sobre la actividad cultural en Lambayeque?

Si hablas de actividad cultural en cuanto a producción de eventos te diré que es pobre. Y tú bien lo sabes. Aquí el teatro, la música, la pintura o la poesía se reducen a cursos realizados en alguna institución o un recital donde asisten las mismas caras. Y si hay eventos buenos estos son contadísimos. Parte de esta pobreza creo que se debe también a la desdichada gestión de las principales instituciones culturales. Por ejemplo, Carlos Mendoza, director regional de cultura de Lambayeque, es alguien que desconoce, que ha ninguneado a la literatura durante todos estos años. En un principio creí en cierta apertura. Pero no fue así, Su inclinación hacia el teatro lo ha llevado a creer que todo es actuación, que todo es foto. En fin, lo que si debo reconocer durante este periodo de Carlos es la formación del cine club y la producción de algunas eventos interesantes. Nada más.  

¿Te identificas o coincides con las ideas de algún político o partido?

Con ninguno.      

¿Crees que el poeta debe permanecer en su acción creadora o participar también ante los problemas de su sociedad?

Considero que parte de lo que viene ocurriendo en la política de nuestro país es culpa nuestra. Quienes escribimos poesía o hacemos una vida intelectual nos contentamos que quienes nos dirijan políticamente sean aquella gente obtusa, analfabeta, rapaz y hasta criminal. Nos contentamos con editar un librito, salir en los medios escritos, regodearnos en nuestra burbuja. Lejos de la actividad política. No bastan los comentarios en las redes sociales ni en los blogs. El asunto está también fuera de nuestras habitaciones. 

Algunos poemas de Stanley:

Danza Finita

11

Nada poseemos.

Esta piel

es una parte

más de toda esta

ficción inefable.

17

No hay nada

en que aferrarse.

Ni siquiera los vellos

luminosos de tu sexo

pueden salvarme

de esta caída

inevitable.

26

residir sobre 

este fragmento de mundo. 

La tierra me es 

completamente ajena.

29

Ocurre que Dios

de pronto quiso

verse frente al espejo.

Y sólo vio

el aire

que flotaba

en silencio.    

Stanley Vega (Cajamarca, 1971)

Ha publicado algunos libros de poemas: Inútil Inventario (Arte Rupestre, 2001), Soliloquio de las Hojas (2003) y Danza Finita (Hipocampo Editores, Lima 2009). Ha colaborado con  el suplemento Dominical de La Industria de Chiclayo. Dirige el sello Ediciones Prometeo Desencadenado.