CULTURA
Entrevistas a poetas lambayecanos: Cromwell Castillo
Es uno de los más importantes poetas de nuestra región. Sus versos aparecen publicados en revistas fÃsicas y virtuales de la Argentina, el Perú, México, Estados Unidos, España y Francia. Ha publicado tres poemarios.
Balotario de almas | Gerardo Carrillo | Mayo 17, 2011
¿Qué es la poesÃa?
Creo mucho en las interrogantes por eso debo suponer que la que me formulas es una pregunta maldita. PoesÃa no deja de ser una deliciosa abstracción (como Arte, por ejemplo) aún cuando se piensa en los productos estéticos y sus inevitables procesos de conmoción y cambio. Es energÃa, vastedad pero también insignificancia y desquicio. A tu pregunta, es mejor que PoesÃa se transfigure ahora en un profundo silencio…
¿Quién es un poeta?
Es alguien que camina sobre brasas, descalzo, para sentir un fuego que no se conoce o se niegue conocer por ironÃa o cinismo. Necesario es también que esta pregunta golpee respuestas (y viceversa) que contengan y propicien un carácter reduccionista. El encanto de la cifra de poemas en la vida no determina nada. Pasa lo mismo con los recitales y los libros. Es mejor restablecer el gozo con las muertes diarias desde alguna profusa habitación hasta cualquier calle agitada del Perú.
¿Quién eres tú?
Un proceso y una revolución, como todo Hombre.
¿En qué momento del dÃa prefieres escribir?
Definitivamente, la madrugada es un lugar hermoso donde todos deberÃamos recostar la cabeza para darle sentido al sueño y a las ideas. Es mejor sangrar ahÃ.
¿Cómo describirÃas a tu poesÃa?
He escuchado decir “MetapoesÃaâ€, “PoesÃa existencialistaâ€, entre otras denominaciones que, seguramente, se conducen sobre algún carril teórico válido y conveniente. Lo asumo del mismo modo que la crÃtica literaria: con profunda sospecha. Pienso, además, que PoesÃa no es el resultado del “escribir bien†o “escribir malâ€, todo parte de una persecución penetrante y lúcida. Más que técnicas, simbologÃas, imágenes y/o artificios de Ãndole lúdico-vanguardista, yo sólo persigo el Arte. Por venganza hacia mà mismo espero encontrar Nada al final del camino. Creo en el destino de la Humanidad.
¿Qué es lo que más sueles observar?
Considero que soy un hombre de fe y creo en mi posesión sobre dos fuentes: Una imagen con dos Estrellas resplandecientes en el centro que son mi fijación y la mejor muestra de la trascendencia de la naturaleza y la vida; y la mirada de NatalÃ, tan profunda y universal como una ráfaga de sol.
Observar es una condena entrañable. Natalà explica con suficiencia el esquema de esa condena, Ella es lo que contengo y se queda como las letras de un libro donde persiste una suerte de tinta indeleble.
¿En qué piensas constantemente?
En todas mis extrañas convicciones. Siempre debemos estar dispuestos a re(b-v)elarnos.
¿A qué le temes? ¿Le temes a la muerte?
El origen del Hombre es el temor. La existencia nos enseña mecanismos de autoengaño eficaces.
¿Crees en Dios o en alguna fuerza superior creadora?
Dios existe pero es mejor que no se deje ver.
¿Crees en la resurrección, la reencarnación o en cualquier otra forma de continuar tu existencia después de esta vida?
Aún repitiéndonos seguirÃamos siendo insuficientes. Merecemos el túnel, no la luz.
¿Quiénes son tus influencias?
Esta es realmente una pregunta compleja, a pesar de que siempre suela tomársela sin rigor y se citen, sin reparo, la seguidilla de autores notables que se acostumbra. Lo cierto es que hasta los autores que uno considerarÃa “no elevadosâ€, “no buenos†o rotundamente “malos†influencian benéficamente. Todos los que nos dedicamos a la noble tarea de escribir vivimos influenciándonos absolutamente de todo. El entorno, la otredad, el estiaje temporal de emociones… las peores desproporciones del ser constituyen una gran influencia.
¿Quiénes son tus escritores y filósofos favoritos?
Sartre, Nietzsche, Marx, Proudhon, Bakunin. La FilosofÃa siempre nos entrega ideologÃas dominantes. Yo digo: Cree en todas y encuentra en la contradicción un lugar feliz donde hacer más convulsa la vida.
¿Y a quiénes prefieres en música, cine, pintura u otra arte?
En música prefiero a Queen, Oasis, Keane, Guns N’ Roses, R.E.M, Radiohead, Dishwalla, Soda stereo, Andrés Calamaro, Los abuelos de la nada, Héroes del silencio. Los clásicos como Wagner, Beethoveen, Chopin, Liszt, Mendelssohn. En ópera a Alfredo Kraus, Pavarotti, Caruso.
En cine me gustaron La lista de Schindler, El lado oscuro del corazón, Casablanca, El silencio de los inocentes, El pianista, La vida es bella, Sexto sentido, La última tentación de Cristo, Anticristo.
En pintura me deleito con El Bosco, El Greco, Klimt, Leonardo Da Vinci, Miguel Ãngel (su trabajo en escultura también es imponente), Van Gogh, Goya, Rembrandt, Dalà y Kandinsky.
A los peruanos Fernando de Szyszlo, José Sabogal, Gerardo Chávez y al maestro Alberto Quintanilla, cuyo trabajo litográfico “Consejo de sabios†ilustró la portada de mi último libro publicado en Demolición de los reinos, lo cual le agradezco profundamente.
¿A quiénes lees actualmente?
Estoy leyendo PoesÃa peruana del 70 y 80, recopilaciones que suelo hacer siguiendo mi propio tino y gusto para luego terminar repasando todo de golpe. Alguna vez dije que disfrutaba leer a poetas de la última década, de mi generación; reafirmo lo dicho. Me interesa el rumbo de la poesÃa bajo todo contexto, sin fanatismos ni banderas.
¿A quiénes relees?
Leopoldo MarÃa Panero, Charles Baudelaire, Charles Bukowski, Antonio Gamoneda, Paul Celan, Jorge Eduardo Eielson, José MarÃa Eguren, Ezra Pound, Octavio Paz, Alejandra Pizarnik, Fernando Pessoa, César Vallejo, Javier Heraud, Mario Benedetti, José Watanabe, Juan RamÃrez Ruiz, Derek Walcott, Blanca Varela, Jorge Luis Borges (su poesÃa), siempre van a constituir lecturas recurrentes.
¿Quiénes son los mejores poetas y escritores en la historia de Lambayeque?
Que descansen en la plena paz de ese otro poema punzante, los señores: Eufemio Lora y Lora, Juan José Lora, Alfredo José Delgado Bravo y Juan RamÃrez Ruiz. Otro poeta al que serÃa necesario hacer mención es a Ernesto Zumarán, poeta de la llamada “generación del 90â€, quien para fortuna de los que admiramos su pulso poético, está con vida y mantiene vigente su propuesta literaria.
¿Cuál es el nivel actual de la poesÃa local?
Sin lugar a dudas hay propuestas frescas, renovadas e interesantes. José Abad, Rosakebia Estela, César Boyd, Luis Bocceli, Ronald Calle, Ernesto Facho interesan por su vitalidad y su relevante lucidez. Y si nos permitimos escudriñar en la narrativa encontraremos propuestas como la de Harold Castillo, Edgar Ferreñán, Arturo Bravo, Alex Miguel Castillo, entre algunos otros que quizás deje de mencionar por esa acción involuntaria a que nos obliga la memoria. Lo cierto es que, fuera de toda mezquindad sólo queda tiempo para seguir haciendo florecer la vida literaria, a contracorriente de toda diferencia o indiferencia.
¿Qué opinas sobre la actividad cultural en Lambayeque?
A pesar de que la Casa de la Cultura lambayecana está siendo dirigida por gente de inescrupuloso accionar, la actividad cultural aquà se mantiene a ritmo cadencioso, pero existe. Hay espacios culturales que se mantienen, otros que se vienen impulsando y que constituyen la pugna necesaria contra la indiferencia politiquera y el rezago.
¿Te identificas o coincides con las ideas de algún polÃtico o partido?
Me identifico más con mi sentido crÃtico. Las coincidencias se van a encontrar siempre y decidir militar en algún partido politiquero se convierte en la mejor afirmación de que se está asumiendo un derecho, una libertad de pensamiento, un cierto/incierto destino, un análisis o un error tan natural como la propia reivindicación. Desde hace mucho tengo decidido por quién votar en los comicios que se acercan.
¿Crees que el poeta debe permanecer en su acción creadora o participar también ante los problemas de su sociedad?
El Poeta siempre va a tener responsabilidad social porque es Hombre e interacciona con otros. Toda circunstancia polÃtica, social, económica global interesa, sobre todo lo que se olfatea a diario y se recibe como excusa de patria. Nuestra palabra, nuestra decisión interesa, nuestras convicciones por más célebres o absurdas que sean interesan porque es la mejor muestra de existencia. Es imposible zafarse del riel de la Historia, del dinamismo actual; no se nos está permitido eso porque nos acusarÃa el propio terror. El más leve movimiento tiene conducción y reflejo. La neutralidad es un puerto doloroso, un artificio fatal desde donde se empieza a gritar la propia hambre. Lo trascendente del sueño nocturno es el estallido mágico de un amanecer sin distancia.
*Las respuestas de todos los poetas, tanto los que viven en Lambayeque, Lima o en el extranjero, son entregadas por escrito, vÃa correo electrónico.
7
Llegar a la luz elemental.
Llegar a la orilla donde arena húmeda
sostiene nuestra incertidumbre.
La ventaja de emigrar al Fuego
es no prescindir del ruido de sà mismo.
En medio de nosotros, la fogata
fragmenta la oscuridad inicial
y entiniebla los rumores del agua colindante.
La respuesta es superficie iluminada:
No temamos al origen de la piedra.
La más reciente manifestación de tragedia
ahora es gozo y mÃstica de resistencia.
El viaje al Fuego es un conocimiento radical y llano.
Aunque variable y sonoro es el mensaje del agua
las llamas han alcanzado elevación de cántico silvestre.
Nuestra condena no es ligereza natural,
es sonido voraz que la vida debe decir para siempre.
Desde aquà hemos merecido los giros del propio ruido.
En el dÃa nuevo, todo mensaje es un desplome:
La espaciosa agua no pudo llevarse nada.
Hay brasa y ceniza en todo intento de Fuego:
Todo está intacto.
Es que somos nada.
9
No.
El Fuego no es el signo de morir con importancia.
Es resistirse
bajo la hoguera del sol latente
y celebrar la sombra.
Entonces prepara para la noche la sangre
de heredados rituales
si el delirio cobra de sà su último aullido transparente.
Las calles son una revolución discreta y profunda.
Dentro de nosotros
también la consecuencia define el orden y el dominio.
Ama la ciudad,
ámala guardián en su abundancia
y busca lo imposible: Florece en el cemento.
Arrójate al designio de agrietar los labios
sin importar el lenguaje monótono del nuevo dÃa.
Ensaya viejas laceraciones cuando despiertes:
Saber bifurcar los miedos es punzar el sueño
de los que abrevian la angustia impunemente.
Por eso
coge tu abismo y calla tu Fuego.
Es mejor atravesar las horas contenidas
con la magia mortal de una pregunta ardiente.
Sucesión
(De Transfiguración o el sonido)
En mÃ
hay otros que caminan hasta el final del dÃa,
y toda escena diferente que originan
se parece a mà en lo insondable.
Frágil resonancia.
Después de toda puerta hay una puerta contenida,
y esta sucesión nos atormenta, nos obsesiona, nos hermetiza.
Tenaz lucha que no cabe en un espejo
(todo cabe pero nada se transporta).
Espaciosa orilla donde no me veo, ésta, la desconocida.
Pero todo nos incluye y soy otros igual que yo-mismo.
¿Qué otro en mà se podrÃa mirar tanto como yo no?
Reflejo recurrente,
signo estancado,
imagen sublimada dentro de todas las preguntas,
me hallo, me invento, me ubico.
Entonces
¿Qué soy, o quiénes?
Cromwell Castillo Cabrejos (Motupe, 1981)
Poeta, artista plástico y diseñador gráfico. Ex miembro fundador del Grupo Literario Signos y actual representante de El espacio del arte: GalerÃa de arte contemporáneo, en Lambayeque. Ha obtenido algunos premios literarios y publicado los libros Agua y Transfiguración o el sonido en Signos (Tiro de Gracia Editores - Chiclayo, 2007), ¿Dónde acaso es camino? en Demolición de los reinos (Sol Negro Editores - Lima, 2010), Estética de las revelaciones (Arequipa, 2011) y la plaqueta Fuego (Ediciones Cinosargo - Chile, 2010) Forma parte de la Colección de Nueva PoesÃa Peruana (Cuervo Iluminado - Lima, 2010)
Sus poemas también han aparecido en Venezuela, Brasil, Chile y Colombia.
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