Política
La memoria
Columna Pública | Harold Alva Vialé | Enero 22, 2014
Ahora entiendo por qué mis padres se preocuparon por ejercitarme la memoria. Jugábamos a las sumas y las restas con cifras a las que hoy saludo con respeto, o con el clásico abecedario donde cada letra era un animal o una planta a la que tenÃamos que recordar en cualquier orden, o frente al maniquà vestido de colores al que me hacÃan mirar durante veinte segundos y luego me preguntaban (tenÃa que responder con los ojos cerrados) sobre el color de los bolsillos, las mangas de su camisa o sobre cuántas letras tenÃa la marca del sombrero. Después llegaron los poemas, los extensos poemas de Guillermo Aguirre y Fierro, su popular “El brindis del bohemio†o de Juan de Dios Peza y la magistral “Leyenda del paredónâ€, yo tenÃa ocho años, los aprendÃa de memoria y como para demostrarlo me apuntaba voluntario en todas las verbenas donde salÃa disfrazado a declamarlos frente al asombro de los profesores quienes no entendÃan cómo ese chico de ocho años, podÃa repetir tremendos documentos, pero los repetÃa: los aprendà con facilidad gracias a mis padres. A esa edad, los ejercicios de memoria, fueron el juego con el que yo me divertÃa, hoy ya no lo asumo como eso, ahora la memoria se ha transformado en ese báculo con el que me sostengo para no tropezar con los errores a los que nos tiene acostumbrado nuestra historia.
Sin embargo, no a todos nos ejercitaron la memoria. Estoy seguro que no a todos nos ejercitaron la memoria, de lo contrario hoy no tendrÃamos en la escena polÃtica a Castañeda Lossio pretendiendo, otra vez, el sillón municipal, o a Alex Kouri quien orondo acaba de presentarse como un aguerrido aliado aprista, lo lamentable es que a ese ejercicio no solo fueron ausentes los hombres y mujeres que eligen la polÃtica, sino escritores, mal llamados intelectuales, que justifican por ejemplo la bochornosa gestión de Susana Villarán, la última esperanza de la izquierda. La señora no sólo perdió su capital de lÃder sino que arrastró a lo poco que quedaba de una izquierda a lo que desesperadamente han denominado Frente Amplio, un conglomerado de facciones que no han entendido que, para resolver su crisis, es necesario la autocrÃtica. No se puede hacer polÃtica sin asumir errores y subsanarlos no sólo con acciones sino con replanteamientos ideológicos frente a lo que ahora tenemos como mundo, un escenario que ha mutado a la velocidad de las nuevas formas de comunicación donde palabras como “capitalâ€, “mercado†o “bolsa de valores†ya no deben resultar abominables. Y lo mismo sucede al otro extremo donde continúa como lÃder del PPC una Lourdes Flores Nano que debió retirarse de la polÃtica cuando descubrimos que era la abogada de Cataño y la asalariada de Raúl Diez Canseco, ese señor que se vio obligado a renunciar como Vicepresidente de la República por el escándalo familiar en el que se involucró, cojudamente. Sin embargo allà la vemos, ponderando sobre buenas prácticas, en cada programa donde la invitan.
O, en qué paÃs del mundo, dos sujetos como Alan GarcÃa y Alejandro Toledo, podrÃan tener posibilidades de volver a ser Presidentes después del sinnúmero de pruebas que los sindican como delincuentes. Uno, liberador de narcotraficantes y, el otro, experto en lavado de activos. CÃnicos y como tales, sin el más mÃnimo de los respetos, se burlan de una población que estoy seguro, en su mayorÃa, los desprecia. Pero allà están, libres, cómplices de una prensa que si bien, todavÃa, no ha puesto un Presidente, los apuntala como lÃderes legitimados por las encuestadoras, curiosas empresas especialistas en darle sentido a los argumentos que “los posicionanâ€. Un poder que en contubernio con las grandes empresas no han dejado de sortearse en nuestras narices esto que hemos recibido como patria.
Y, aquà estamos: observándolos, mirándolos atentos como quien contempla el corso de una macabra primavera. Los hermanos Fujimori victimizando al padre, Ollanta Humala ofreciéndonos el más vergonzoso de los espectáculos, cobarde, convocando a quienes pueden el 2016 llegar a ser gobierno, como si con eso determinará alguna posición sobre el fallo de La Haya. Por la “unidadâ€, dice. Y se olvida de las denuncias contra ambos y pretende que nosotros nos olvidemos de las denuncias en su contra, de Óscar López Meneses, de los sospechosos ascensos en las fuerzas armadas, de las denuncias contra su Ministro de Defensa, cuando lo que debió hacer fue convocar a los representantes de la sociedad civil, a quienes todavÃa reconocemos como la reserva moral de este paÃs. Ollanta Humala debió reunirse con Vargas Llosa, con Miguel Gutiérrez, con César Lévano, con VÃctor DelfÃn, con Salomón Lerner Febres, con Susana Baca, con Hugo Neira, con Arturo Corcuera, con Helà Ocaña (el presidente de la Derrama Magisterial), con el presidente de la Junta de Decanos de los Colegios de Abogados del Perú, con el presidente de la Asamblea Nacional de Rectores, con Vicente Ugarte del Pino, con el padre Gastón Garatea, por citar algunos nombres; no con esos vergonzosos personajes que en vez de unirnos, hacen que nos polaricemos.
El Perú es grande por su historia, por los hombres que entregaron su vida para que gocemos de esta libertad y de esta democracia, este es un momento para ejercitar nuestra memoria, para que recordemos lo que hizo de este paÃs un imperio fuerte y poderoso, pero recordemos también a quienes lo desmembraron hasta entregarnos esta caricatura en la que se ha convertido nuestra escena, los insultos a nuestro honor de ciudadanos, recordemos para no volver a repetir tragedias y señalemos, con el Ãndice, a quienes estamos obligados a no entregarles el futuro.
Este debe ser el momento de la memoria.
Harold Alva Vialé. Ha publicado varios poemarios y una novela. En mayo de 2004 fundó Editorial Zignos, sello que dirigió hasta abril de 2008. Es el director del Festival Latinoamericano de PoesÃa PaÃs Imaginario. Sus poemas han sido traducidos por Anthony Seidman para The Bitter Oleander (EEUU) e incluidos en diversas antologÃas. Ha participado en festivales de poesÃa en Chile, Guatemala y El Salvador. Fue editor de Altazor y editor de la Revista del Foro del Ilustre Colegio de Abogados de Lima. Actualmente dirige la editorial SUMMA y es director de la revista Contrapoder.
Foto: La República.
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