Política

Represión a Venezuela

Columna Pública   |   Ana María Oporto   |   Marzo 04, 2014


Después del 12 de febrero, día en el que se iniciaron las manifestaciones en contra del  gobierno venezolano,  los estudiantes, ahora apoyados por la sociedad civil, salen todos los días a las calles a protestar pacíficamente para exigir la liberación de estudiantes injustamente detenidos, el cese de la represión de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), del Gobierno, la liberación de Leopoldo López y de todos los presos políticos de este régimen dictatorial. 

Ellos siguen manifestándose en las calles, resistiendo día a día los abusos y atropellos de esta autocracia que no está teniendo límites para reprimirlos salvajemente, estos venezolanos son golpeados con fusiles, agredidos con bombas lacrimógenas, gas verde y ahora se habla de la presencia de un extraño gas que aún no está identificado, que es roseado con unos equipos tipo extintores y les recuerdo que este tipo de gases son consideradas armas químicas que tienen consecuencias secundarias y que están prohibidos aquí y en muchos países. 

Otras de las agresiones que reciben son las famosas “ballenas” y para agregarle más violencia les disparan balas, metras y perdigones, provocando muchos heridos y muertos, y esto no solo se ve en Caracas sino en las principales ciudades del país donde la agresividad y opresión no tiene nombre.

En estos 20 días de protestas se han registrado claras violaciones de los Derechos Humanos, hasta el momento la cifra extraoficial es de 700 detenidos, decenas de torturados que han sido golpeados con fusiles, con cascos, que han sido pateados y han recibido descargas eléctricas, a quienes les han roseado gasolina amenazándolos con prenderlos vivos, les han disparado perdigones a quema ropa, los han metido a tinas con agua hasta casi ahogarlos y uno de los jóvenes fue violado con un fusil, son amenazados con agredir a sus familias si hablan de todo lo que ellos les hacen. Estas acciones de la GNB son un claro ejemplo de las violaciones de derechos que se están viviendo aquí, en Venezuela. 

A ello le sumamos la cifra aún incalculable de desaparecidos y para culminar los  â€œ18” muertos que hay hasta el momento, jóvenes inocentes que solo salieron a luchar por la libertad de su país, jóvenes que salieron a las calles para defender su libertad de expresión y que no tuvieron la oportunidad de volver hablar, de volver a marchar, de volver a casa, de realizar sus sueños como estudiantes, profesionales y padres. 

Hay una frase que a raíz de estos muertos se usa mucho “mamá, me fui a luchar por Venezuela y si no regreso es porque me fui con ella“, y es así como se fueron estos valientes jóvenes que les dispararon a morir, casi todos murieron con un disparo en la nuca. El gobierno presiona, oprime y amenaza con su lema de “Paz” una paz que no se cumple, ya que la opresión sigue contra estos jóvenes y ahora se ha extendido hasta los adultos y adultos mayores.

Hace poco un señor de 75 años fue brutalmente golpeado al igual que una señora de 70 años, quien fue agredida por salir a defender sus ideales y esto solo es un par de casos de los tanto que uno se va enterando a diario. Mientras más pasa el tiempo más se agudiza la situación y más incertidumbre se crea debido a que el ciudadano de a pie es el que sufre las consecuencias. 

Cuando los opositores ponen barricadas para obstruir las vías principales, la tensión aumenta al ver que 30 a 50 motorizados de los colectivos armados dan vueltas en las zonas donde se “cacerolean” o se manifiesta pacíficamente, disparan contra ellos y contra las viviendas, tratan de aterrorizar a la población, tratan de ingresar a las viviendas y roban en los interiores de los carros que están a su paso. Podría asegurar que esta situación es provocada por el gobierno, las Fuerzas Armadas han llegado a un nivel de represión extrema. 

La situación actual de Venezuela es como si fuese una guerra de las Fuerzas Armadas contra la población. Esta estrategia de guerra que está usando el gobierno para oprimir a su pueblo no tiene nombre, muchas veces hasta disparan están contra viviendas que están tranquilas, sin protestar. Estos abusos suceden a diario y la impotencia de la gente de no poder ayudar a sus vecinos como a los protestantes, cuando son atacados, se hace sentir en videos que son mostrados por Internet, las imágenes hablan por sí solas y las voces de desesperación son gritos de terror, y los sonidos pueden confundirse con fuegos artificiales, pero en realidad son las balas que están listas para caer en inocentes cuerpos venezolanos. 

¿Cuándo terminara todo esto? Creo que nadie lo sabe, lo único claro que tienen los venezolanos es que tienen un país dividido, ambos lados piden paz, pero solo uno de ellos tiene el poder para atacar y lo hace con toda la agresividad que puede y la oposición solo responde con más fuerza. Existe valentía todos los días en las calles para seguir luchando y exigiendo un gobierno democrático donde no sean dirigidos  por los Castro.

 

Ana María Oporto. Licenciada en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Chiclayo. Ha trabajado como productora y periodista  en radios y algunos canales de televisión en Chiclayo y en Puno. Actualmente es productora de televisión en Caracas. Foto: http://www.infobae.com/

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