Política

Más violencia en Venezuela

Columna Pública   |   Ana María Oporto   |   Marzo 07, 2014


Cuando estudiaba en la universidad la carrera de Comunicación Social, mis profesores siempre me enseñaron que un periodista debe tratar de ser objetivo y neutro al informar; pero en este caso es muy difícil serlo cuando es imposible tapar el sol con un dedo. Por más que el gobierno venezolano diga que todo está bien y que vivimos en un país de maravilla, donde reina la paz y el amor, debo recalcar que eso es MENTIRA. 

Discúlpenme queridos lectores, pero creo que no podré escribirles como periodista esta vez. Les escribiré como una ciudadana de a pie y que ha venido observando y viviendo todos los hechos de violencia desde que empezaron las protestas; vamos ya 23 días en los cuales las guarimbas (protestas) siguen día a día y parece que, mientras más pasa el tiempo, más fuertes se hacen ambos bandos. 

Ustedes preguntaran: ¿bandos? Sí, bandos, este país está dividido en 2 grupos: uno son los oficialistas conformados por el Gobierno Central, Guardia Nacional y colectivos armados, el otro son los opositores conformados por la sociedad civil y jóvenes universitarios. Estos dos lados son venezolanos enfrentados, unos luchan por mantenerse en el poder y otros luchan por la democracia de un país.Muy independiente de las ideas que tienen ambos grupos es inexplicable el nivel de agresión al que está llegando, sobre todo, la Guardia Nacional. Puedo confirmar que los derechos constitucionales se perdieron. 

Ayer en la urbanización Los Ruices, lugar donde vivo ya hace algún tiempo, ocurrió una situación irregular. Desde las 10 a.m. estaban los manifestantes cerrando la Av. Francisco de Miranda, una vía muy importante de la cuidad, los jóvenes estaban con su única arma: sus letreros de protesta. Fue entonces cuando los colectivos armados sorprendieron a los protestantes con su aparición y comenzaron a limpiar la zona. Luego llegó la Guardia Nacional, quienes empezaron a disparar y a lanzar bombas lacrimógenas sin tener en cuenta que por allí circulaban padres de familia con sus menores hijos, ancianos y ciudadanos comunes que no tenían nada que ver en la protesta. Acto seguido, empezó el enfrentamiento. 

Personas que viven en los edificios empezaron a disparar y a tirar bombas molotov para defenderse de las agresiones que estaban recibiendo por parte de los colectivos armados y la Guardia Nacional; estos a su vez respondieron con disparos y con bombas lacrimógenas a los edificios.  Muchos jóvenes resultaron heridos, golpeados brutalmente y detenidos, una anciana resultó golpeada en la cabeza por un colectivo. Los colectivos, con el apoyo de la Guardia Nacional, trataron de entrar a algunos edificios para saquear los apartamentos; los momentos de tensión se prolongaron por horas y se oyeron detonaciones continuas, gritos, exclamaciones de ayuda. De pronto se oyó una fuerte explosión. Un carro había sido quemado y había explotado, el olor llegaba hasta mi apartamento del piso 13 (imaginen la cantidad de gas que lanzaron). 

Más de 50 guardias acompañados de 19 tanquetas llegaron a cubrir mi cuadra. Me pregunto: ¿estos jóvenes o ciudadanos hubieran podido con todo ese arsenal? ¿Por qué no usan ese personal y esa logística para detener la violencia delincuencial? ¿Será que el gobierno de Nicolás Maduro piensa que así podrá amedrentar y silenciar completamente a la gente? 

Entre la tarde y la noche, los guardias nacionales irrumpieron en mi edificio, entraron apartamento por apartamento para revisar porque según ellos desde allí les dispararon. Vi a muchos militares, pero sólo revisaron hasta el piso 7 y no llegaron a mi piso. ¿Qué habrá pasado con las personas que encontraron con armas dentro de esos apartamentos? Luego se retiraron y afuera sólo se quedaron algunos tanques y motos con guardias. 

Como consecuencia de los disturbios del día, más muertos: un guardia nacional y un motorizado. ¿La culpa? De los fascistas según el Gobierno, como si los habitantes comunes estuviéramos armados como el ejército o como los malandros. 

En estos momentos la situación en Venezuela es muy inestable, la inseguridad y las garantías de derechos humanos están perdidas. Eso no existe aquí y el que no quiera reconocerlo estará viviendo en otro país. ¿Cómo es posible que un Guardia Nacional ayude y proteja más a un malandro que a su propio pueblo? ¿Cómo es posible disparar contra jóvenes que sólo piden democracia y paz para su patria?

Como ser humano y residente de este país me siento insegura, siento impotencia e indignación por todo lo que sucede. ¿Quién nos podrá ayudar si los organismos internacionales, como la ONU o la OEA, no se pronuncian o no intervienen con decisión? ¿Cómo no sentirse impotente si los países hermanos se quedan callados y se convierten en cómplices de este gobierno tirano? Tarde o temprano el mundo sabrá de tantas muertes, heridos y desaparecidos que está dejando la brutal violencia de este gobierno, por lo pronto, sólo queda resistir.

 

Ana María Oporto. Licenciada en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Chiclayo. Ha trabajado como productora y periodista  en radios y algunos canales de televisión en Chiclayo y en Puno. Actualmente es productora de televisión en Caracas. Foto: Ana María Oporto.

Compartir en

Facebook   Twitter   WhatsApp

294 Vistas    

Comentarios

3 comentarios

Déjanos un comentario

Visita mas contenido

Da clic Aquí para que revise otras publicaciones sobre Política