Política

El troncho de la campaña

Luego que apareciera un video donde se ve a Antauro Humala, hermano del presidente de la República, fumando con un amigo "el troncho de la campaña" dentro de un penal de máxima seguridad como es Piedras Gordas, surgen otros temas a tratar  â€“además del político– en torno a la despenalización de la popular hierba.

La columna del director   |   Gerardo Carrillo   |   Marzo 26, 2012

Muchas de las personas que conozco fuman o han fumado marihuana. Unas más que otras, algunas lo han hecho sólo una vez y otras lo hacen “de vez en cuando”. Y entre ellas encontramos a abogados, ingenieras, catedráticos, empresarios, profesoras de primaria, periodistas, oficinistas, médicos, universitarias, arquitectos, pintores, escritoras, músicos. Lo mismo con el alcohol y la cocaína (en menor medida, pero los que sí, inhalan regularmente y corren riesgos mortales, NO la recomiendo). A final de cuentas la ley te permite tener ciertas cantidades de distintas drogas, aunque contradictoriamente también combata su venta. Según el artículo 299 del Código Penal “no es punible la posesión de droga para el propio e inmediato consumo” y por eso puedes tener hasta 8 gramos de hierba en tu casa.

Pero más allá de estas licencias de consumo que nos da el Estado, yo creo firmemente en la despenalización de la marihuana y en la libertad de elegir de un ciudadano mayor de edad, al igual que con la cerveza o el tabaco (según algunos estudios más dañinas). Al menos otros 400 chiclayanos parecen estar de acuerdo con esta medida y por eso desde algunos meses se han integrado en una comunidad en Facebook llamada Legaliza Chiclayo. Ahí se encuentran reunidos profesionales, artistas, universitarios, empleados, personas de diversos oficios. Y no nos debe extrañar que hayan salido del closet para apoyar esta causa porque –como me han confesado algunos– están cansados de vivir entre la clandestinidad y el chantaje policial (buscar caso del cantante Niko Man), más aún cuando diversas investigaciones la consideran una droga blanda y la más social de las ilegales (está tan extendida que, según Cedro, en 2007 más de 1 millón 200 mil peruanos admitieron haberla consumido una vez en su vida). Tampoco nos debe extrañar quiénes integran estas comunidades a favor de la despenalización porque, por ejemplo, Cedro revela que el 50% de universitarios atendidos en 2011 por consumo estudian ingeniería, tecnología, economía o administración; el 15% ciencias de la comunicación, 6% ciencias sociales y humanidades, etc.

¿Entonces qué hacer? El conocido sociólogo y catedrático Santiago Alfaro está a favor de la despenalización porque “las drogas generan delincuencia y mafias organizadas. Además, basándonos en el criterio liberal, el Estado debería dejar que el individuo decida por sí mismo”, refiere a El Comercio. Y hasta el ex candidato presidencial PPK responde al ser consultado por el mismo diario sobre la despenalización: “Yo creo que sí. No estoy de acuerdo con promover la marihuana, pero creo que eso arreglaría una buena parte del problema (narcotráfico)”. 

En cuanto al reciente video de Antauro Humala, hermano preso del presidente de la República, en el que aparece fumando un troncho de marihuana â€“bautizado como `el troncho de la campaña´– dentro del penal de máxima seguridad Piedras Gordas, lo relevante no sólo es conocer las aficiones o los vicios del líder etnocacerista (alguien que sueña con gobernar el país), sino reconfirmar sobre todo lo que la mayoría de peruanos sabemos: la corrupción y las mafias están enraizadas en las instituciones del Estado. Es decir, en los penales “se mete de todo”, puedes estar encerrado pero igual –depende de tu nombre, tu jerarquía o tu pendejada– puedes vivir con las comodidades de una casa: televisor, frigobar, cámara de video, internet, celular para las extorsiones y visitas constantes de tu flaquita para aplacar tu sed. Y encima tienes un dealer dentro del PENAL DE MÁXIMA SEGURIDAD con un buen stock de drogas, sin que la policía “se percate”, claro eso sí –como recuerda bien el líder del etnocacerismo– “hay códigos, nadie puede estar por el patio. La marihuanita en tu cuarto… lo que corresponde”.

Felizmente hay algunos códigos que sí se respetan en los penales de nuestro alucinante Perú. Lo justo pues soli.

 

Foto: AP

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