Producto de reconocimiento mundial.

Sobre todo en Estados Unidos y Europa.

Que no son poquita cosa.

Si todo va igual seguro algún día hasta a nivel universal...

“Coca-Perú: del seno de los Andes a las 400 mil millones de galaxias”.

Y si es cierto que en una galaxia hay 400 mil millones de estrellas... ¡uf!

(Platita).

Lograríamos hasta un progreso de potencia megagaláctica.

¡Epa!

Sin ánimo de minimizar, contamos con nuestra propia materia prima y en mayor proporción a cualquiera.

Gracias a la estrategia y tácticas de gobiernos anteriores como del actual, avanzamos a pasos agigantados.

Al presente, los primeros en otorgar el placer prohibido por excelencia.

–C o c a – P e r ú   e s   l a   s o l u c i ó n–.

Y no me vengas con la DEA que eso es patraña.

¿Qué política ha siquiera retenido su ascenso?

¿Para qué descriminalizarla al final?, sería peor ya que la gran debilidad de muchos pobladores dejaría la clandestinidad.

Encima, elegir no es propio de personas libres, Papá Estado es quien nos hace mejores decidiendo por nosotros ¡por favor!

Así el narcotráfico aumente él dice que mejora la situación, y punto.

Inaudito, jóvenes y viejos se deciden por probarla.

La gran mayoría que la aspiró ansía más y más.

Cocaína entre narcos y micros y consumidores y policías y periodistas y militares y empresarios y políticos vinculados con intereses extranjeros relacionados con otros narcos…

Por qué negarlo, más pareciera una trasnacional, misma Coca-Cola, que un flagelo mundial.

La mano en el pecho, al menos ahora que se está a solas.

Coca-Perú, principal patrocinador en las candidaturas.

Cada minuto, in crescendo: aumenta su híperadictivo consumo.

Y es que Coca-Perú le encanta a los de aquí, a los de allá y a los de acullá.

¿O acaso aumenta tanto el turismo por Machu Picchu y la gastronomía?

Coca-Perú: porque no sólo los policías y militares merecen armas de primera.

Coca-Perú: porque en países del primer mundo no encuentras su calidad ni de Narco.

Coca-Perú: porque cuenta la leyenda es archiriquísima y rebarata.

Coca-Perú: porque siendo un problema de pocos, el sistema –cautamente– lo ha vuelto de todos.

Coca-Perú: porque antes que educar para decidir el bien, más civilizado y de mayores luces, se ha impuesto el supuesto bien.

Coca-Perú: porque es una cruelísima mentira, propia de gente baja y ruin, afirmar que por ella se nos avecina una hecatombe.

Coca-Perú: pues ya no falta nada de nada por conquistar a los ciudadanos.

Coca-Perú: porque insultos a la inteligencia hay de mil maneras.

^{*Composición satírica; en este caso el objetivo es poner en ridículo la política nacional contra el narcotráfico con agudeza y mordacidad. Aunque parezca perogrullesca la antedicha aclaración para alguien o varios, la insistencia es con el fin de evitar sesgos interpretativos.} 

Diseño: Alex Neira