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Investiguemos a DATUM

  |   Alex Neira / Descargos de conciencia   |   Octubre 13, 2012

DATUM se ha manifestado y tal parece que ha hablado “Dios”. Sea de la religión que sea. Su poder es tan fuerte y se acrecienta con tanta solidez que de no hacerse una investigación profunda y seria sobre sus métodos, será dentro de poco quien decida, si es que ya no es así, la carrera política de cualquiera, y por ende, la situación política del país.

Acaba de demostrar una vez más su fuerza y a la vez vacuidad, pero su potencia y patente de corso es tan rotunda que nadie dice nada, y tal parece, es capaz de convencer a los entendidos en asuntos públicos.

Para muestra sólo un botón:

Leo la editorial del diario Perú 21 de ayer, 12 de octubre del 2012, y fíjense con lo encontrado. Ya en la carátula se atisba: “Apoyan el indulto. 59% respalda que se libere a Fujimori, pero el 76% no lo quiere en política”.

Es decir, según esta institución, por una encuesta a… pongamos, 1000 personas, eso significa que todos los millones de peruanos con ciudadanía coincidimos con sus… ¿estadísticas?

¿Será verdad que realmente el 59% de peruanos queremos eso?

Para empezar no se señala el orden de las preguntas. Releamos las preguntas que sólo vienen a cuento en este artículo: “Dígame, ¿está a favor o en contra de que se le otorgue el indulto a Alberto Fujimori?”. “Cree que de ser indultado Alberto Fujimori ¿debería dejar la política o volver a la política?”.

El orden de estas preguntas evidentemente alteraría las respuestas, pues en la segunda acá expuesta, de ser enunciada primero, predispone a responder a favor del indulto. Vamos, ¿no despierta sospechas que en lugar de preguntar netamente sobre el asunto en cuestión se coloque como comparación si debería dejar la política o volver a ella? Cierto, esas preguntas están en un contexto diferente. Sí, huele a chamusquina.

Asimismo, un “sí” y un “no” nada más. Acaso no se podría responder por responder, después de todo un sí o un no nada aseguran sobre “argumentos”, sólo determinan un “salir del paso”, como suele suceder cuando se hacen preguntas tan lacónicas y a la volada.

Además, qué son los sondeos en realidad. No es necesario estudiar estadística para saber que ésta no funciona cuando la distribución es anormal, y en este caso es evidente una disfunción, la cual parte del hecho de interesar a muy pocos de la población peruana los asuntos políticos. Ya al margen de contar o no con estudios superiores e incluso especializados, el ciudadano promedio no siente ningún tipo de interés sobre temas públicos, no lee sobre tales y menos todavía ha sido bien instruido durante la escuela en civismo.  

Así pues, suponiendo que la institución DATUM no se encuentra manipulada por intereses particulares, ni que tampoco dentro de su equipo airee siquiera un vientecillo de negligencia o incompetencia, lo cierto es que, en el mejor de los casos, sus estadísticas utilizadas son erróneas, desenfocadas, y al final lo peor es que provocan una información falsa y dañina acerca de los temas sociales y políticos del país.

Ahora bien, gente ignorante en asuntos públicos no puede constituir una muestra representativa de nada, pero gracias a lo que proporciona DATUM de repente ya tienen la respuestas a lo más polémico el grueso de la población, dado que las encuestas de ésta institución dicen proporcionar lo que piensa, justo, el pueblo peruano.   

Como aseveré en un principio, su ola de rotundidad y verdad absoluta es tan determinante que hasta personas entendidas en materia política de repente no utilizan su mente y dan por sentado lo que aquella entidad señala.

La editorial de ayer, escrita por el señor Fritz Du Bois, muestra con una claridad meridiana la magnitud del problema. Entre otras insensateces el director de tan respetable periódico dice: “Lamentablemente es difícil pensar que Humala actuará en la línea que la sabiduría popular le está indicando”. Vamos, ¿sabiduría popular? Incluso habiendo encuestado a la población en sí no sería sabiduría popular sino ignorancia popular.

Sabiduría popular se le suele denominar a los refranes, adagios, proverbios, que cada pueblo de boca en boca va heredando a los suyos por la belleza y profundidad de lo que encierran en sí mismos.

A ver, con la mano en el pecho y no en el bolsillo, estamos de acuerdo que al margen de ser grandes profesionales, muchos del habla culta desconocen de asuntos públicos, o sea no les interesa los temas generales, sociales, propios del bien común, y sin embargo por lo que asegura DATUM ¿debe salir de la cárcel un condenado por delitos de Lesa Humanidad, eso es hacer justicia, fiarnos de los mejores?

         Ni siquiera la iglesia se ha visto ausente de malos elementos, por qué DATUM no tendría entre sus filas seres humanos de poca calaña.

         Investiguemos a DATUM, nuestro país depende ahora de esa institución, pues no exagero cuando digo que ya no hay opinión pública, tan esencial en toda democracia; no obstante en la actualidad DATUM es la opinión pública.

¡Qué DATUM es un organismo internacional!...,  Â¿y? Investigar, por si las moscas; hay que estar alertas. 

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